lunes, 18 de mayo de 2009

Big fish

Big fish (Tim Burton, 2003)


Burton quiso hacer Eduardo Manostijeras por segunda vez, pero no lo consiguió. Big fish es un nuevo cuento de unos de los directores más freaks de la historia, acompañado para la ocasión de la otra freak oficial del panorama cinematográfico anglosajón, la insoportable Helena Bonham Carter.
La vida de Edward Bloom, sembrada de historias fantásticas que él mismo crea y que vive, entra en conflicto con la racional vida de su hijo, ese que no le ha perdonado que las fantasías que le contaba no fueran reales. Ni siquiera en su lecho, cuando ya está cercano a la muerte, el hijo deja de interrogar, de preguntar, por una vida real y creíble, vida que su padre no le puede narrar porque sus propias supuestas fantasías son par
a él tan reales como la vida triste y aburrida que lleva su hijo, son tan reales porque puede que ocurrieran en realidad, porque para él ocurrieron en realidad.
Edward Bloom
es un hombre optimista, libre, que quiere ayudar a los demás y que maquilla la realidad para hacerla mejor para todos, para él y para los que lo rodean, consiguiendo la felicidad y el aprecio ajenos. Y todos se dan cuenta de que lo que cuenta Bloom es cierto, todos menos el primero que tiene que darse, ese hijo que bajó a su padre del trono de los dioses para asemejarlo a los demás mortales, y que no se quiere enterar de lo que hasta su mujer, que casi no conoce al suegro, si hace: la realidad es la que cada uno viva, la forma en la que cada uno la percibe, hasta el final.


Big fish es un precioso cuento que sin embargo se ve mermado por un infantilismo que va poblando sin aparente remedio la filmografía de un director que se forjó buena reputación precisamente por lo contrario. Big fish pierde por su simplismo último, por su necesidad (como ya hiciera antes en Sleepy Hollow) de explicarlo todo hasta el más mínimo detalle, por su intento de gustar a todo el mundo y que nadie se pierda en la narración, por su no dejar pensar y descubrir.
Pierde tanto que se convierte en una pequeña gran obra fallida, porque en realidad el mundo que nos cuenta Burton, la historia familiar que nos cuenta Burton, queda a medio rodar. Por no mencionar lo desaprovechada que está Jessica Lange en un papel para el que bien podrían haber puesto un florero, y ante el que no nos podemos dejar de preguntar por qué el hijo no recurre a ella para que le explique lo que ya todos sabemos desde el primer minuto, que su padre es el que es y el que se le presenta, y no las fantasías que él pueda hacerse de un hombre normal.



5 comentarios:

dvd dijo...

Muy de acuerdo y mejor expresado de lo que me salió a mí, que al final me malentendieron y pensaban que abominaba de esta peli. Yo no sé tú, pero creo que el techo (hasta ahora inalcanzable) de este hombre se quedó en ED WOOD; y hasta que no se zafe de algunos lastres creo que va a seguir siendo así.

Groupiedej dijo...

Pues más o menos lo mismo. Pero empiezo a pensar que todo está perdido...
Estoy saliente de guardia, perdona el tremendismo.

Capri c'est fini dijo...

Pues yo prefiero Big Fish a Eduardo Manostijeras que me parece una memez y encima es muy cursi. Burton, en general me gusta (Sleepy Hollow, p.e.), pero es cierto que anda encasillado con sus historias.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Gran peli Big Fish!... Fue también una de mis primeras pelis que yo comenté. Y de acuerdo con lo que comentas... al final flojea un poco, y cae en un excesivo infantilismo. Sí, es cierto. Pero bueno, original sí que es.

the seeker dijo...

dios¡ al final flojea un poquito? (dice ricardo baticon). Seguramente sea porque no entienda mucho de cine, pero yo esta pelicula la disfruté un montón.
La frustración de un hijo que ve como su padre no se toma nada en serio.... Además, el final fue un mar de lagrimas cuando el hijo termina de contar la historia de la vida del padre.
También puede ser que al querer adaptarse a la novela, pierda ese cierto encanto. Porque siempre se tiende a querer contar cosas de más, y eso no puede ser.
Pero a mi me parece una pelicula fantastica.

Un saludo