viernes, 3 de abril de 2009

El séptimo sello

El séptimo sello (Ingmar Bergman, 1957)


Hablar de Bergman me da más miedo todavía que hablar de Eisenstein. Pero creo que ya va siendo hora, así que aprovecharé mi devoción findesemanera por las obras maestras de todos los tiempos para dar mis impresiones sobre una película fascinante, y que ha servido de burla para caricaturizar a los intelectuales durante años (¿o soy yo el único que ha escuchado los chistes acerca de cuántas veces alguien ha visto esta cinta?).
Porque Bergman filma un ejercicio que resulta emblema de la existencialidad en lo cinematográfico, como tal lleno de simbolismo y de discursos filosóficos. Lo magistral es que en vez de resultar pedante (con lo fácil que les sale a otros),
se manifiesta revelador.
En la mente de todos están las muchas imágenes acerca de la partida de ajedrez, eje de la obra, que mantiene el Cruzado con La muerte. Esa partida de ajedrez que el mismo Cruzado, de vuelta a su tierra en plena epidemia de peste, reta a La muerte, esa que ha venido a por él, para intentar engañarla y darle tiempo a hacer algo que de sentido a su vida.


Pero a pesar de que todas las referencias a la película se centran en ella, el resto de sus imágenes son igual de impresionantes. El Cruzado visita los pueblos devastados por la enfermedad, se suceden formaciones (de caballos, de personas), por la playa donde se celebra la partida... todo como medio para plantearse el sentido de la vida y el por qué hay que buscarle a la vida un sentido, ese que consigue que nos resistamos a la muerte aunque no tengamos motivos para seguir viviendo, ese sentido que buscamos sin saber dónde está, sin saber qué significa.
Bergman plantea, a través de esta historia fascinante, a través de unas imágenes poderosas y bellísimas incluso en su crudeza, una percepción cercana a lo nihil en cuanto a esa búsqueda, a esa resistencia a ser llevados por la muerte intentando realizar la obra de nuestra vida, cuando lo que tendríamos que hacer quizá es simplemente vivir.

P.D.: Y su visionado habrá sido motivo de mucho cachondeo, pero es una película bellísima y bastante más asequible que Persona, por poner un ejemplo.


2 comentarios:

dvd dijo...

Bueno, no te comento nada porque no merece la pena. Yo no haría muchos chistes sobre ninguna película de Bergman, aunque he leído por ahí verdaderas falacias de miopes mentales ¿qué le vamos a hacer?
Yo la comenté hace casi un año.
http://elindefilocinesnable.blogspot.com/2008/05/hacia-la-circunspeccin-del-arte.html

Groupiedej dijo...

¿quereis que diga algo más? Me encanta tu reseña,amigo dvd, para variar.