sábado, 28 de febrero de 2009

La tienda de los horrores

La pequeña tienda de los horrores (Frank Oz, 1986)


Esta película tenía todos, todos, todos los inconvenientes para no gustarme nada. Una versión de 1960 de Roger Corman que me encanta, el que venga de un Hollywood que se apropia de todo y a Steve Martin. El por qué esta pequeña obra se ha convertido, al menos para mi ideario propio en una especie de musical casi underground (sobre todo con lo que costó) plagado del mismo humor negro negrísimo que la obra original es un misterio que yo desconozco. Pero esta película me apasiona.

Divertida y poco ética, la historia de Audrey Jr, esa perversa planta carnívora a la que Seymour va dando de comer sangre humana mientras va creciendo para conseguir que la floristería en la que trabaja siga en pie, esa planta que le obliga a traerle carne a ritmo de samba... tiene algo. Y podemos asegurar que no lo tiene por sus autores últimos. Frank Oz es un artesano, pero ya está (o es que no le han dejado hacer nada más, y ha hecho demasiadas cosas para que dudemos ya), y Rick Moranis y Steve Martin... sin palabras. Sin embargo el film es casi hipnótico por momentos, original en cuanto a planificación, amoral, intenso y divertido, divertido, divertido... Me encanta. Y el número de Gimme more... Me encanta. ¿Ya lo dije?

jueves, 26 de febrero de 2009

Destrozando a... Contact

Contact (Robert Zemeckis, 1997)

Zemeckis hacía divertidísimas películas de entretenimiento. Foster protagonizaba papeles dramáticos con matices que hacían que la candidataran a los premios de la academia. McConaughey se tiraba a alguien. Este último fue el único que no terminó perdiendo nada. El otro par se cargó su buen nombre de un plumazo. Hombre, la Foster había ya hecho sus intentos haciendo el bodrio aquel con el Gere, pero como no le salió bien... cogieron una novela de Carl Sagan, se quisieron el primero poner profundo para conseguir ponerse tedioso, y la segunda querer hacer una interpretación para que le dieran otro premio y conseguir tener cara de botóxica eliminando cualquiera de las posibilidades que hubiera tenido ni siquiera de un Grizzlie de esos (¿así se llaman los anti-oscars?, nunca me acuerdo, ¿quién ganó este año?). McConaughey se seguía tirando a alguien por ahí. Y ese final estúpido y aburrido, aburrido, aburrido....... hasta la saciedad...... y más aburrido todavía..... y más aburrido..... así durante treinta interminables minutos. El resto de la película tampoco está tan mal. No consiguen nada del otro mundo, pero medio entretiene. Claro que el final es taaaaaaannnnnnn aburrrriiiiiidddddoooooo. Y tan pedante. Qué asco.

martes, 24 de febrero de 2009

Rise and fall, Rage and Grace

Rise and fall, rage and grace (The Offspring, 2008)


Ellos dicen que han hecho uno de sus mejores trabajos en mucho tiempo. No digo yo que no, sobre todo porque llevaban cinco o seis años sin sacar algo original y el último fue... Pero qué quieren que les diga. Algún día hablaré de Smash.
Habrá gente a la que no les gusten, cada cual sabrá, pero a mi la mezcla de punk y pop divertido y casi bailable que proponen estos muchachos me ha parecido siempre muy divertida. Esos sonidos electrizantes, vibrantes... con su poquito de denuncia para que no se les critique (que sigo yo sin saber qué tiene de malo lo estético por lo estético, pero bueno...) El problema es que la innovación es poca, no puede haberla en este formato, para seguir veinte años en el candelero. Y ahí ya es cuando se empieza a liar parda. Porque empiezan a hacer cosas raras y se empieza a ver que el supuesto genio no lo es tanto.
Es lo que le ocurre a este Rise and fall, rage and grace, que contiene canciones de las de siempre, con sus berridos, sus guitarreos espídicos y su contenido que no importa, para dejarnos contentos a los de siempre pero luego nos ponemos a hacer baladas que podrían haber cogido de cualquier LP de Greenday... o de Avril Lavigne... o de cualquiera de los millones de seudopunkies que nunca lo fueron y que nunca tuvieron más talento que ocasionalmente hacer alguna canción medio pegadiza porque sonara la flauta. Conclusión: no sabemos quienes les harán las baladas a todos, pero para que nos timen así, mejor que se queden en casa.
¿Que por qué sale esto un martes en vez de un jueves? Pues porque las canciones que siguen haciendo de las suyas son estupendas, aunque sean pocas, y porque les tengo cariño. Es que Smash es mucho Smash... hablaré de él pronto... ¿o lo hice ya?


lunes, 23 de febrero de 2009

Frase de la semana


El partido está amañado, pero si no juegas no puedes perder.


Maria Broom, en The Wire (Episodio 2, 1ª Temporada).

domingo, 22 de febrero de 2009

La linterna roja

La linterna roja (Zhang Yimou, 1991)


Antes de que Yimou se pusiera a hacer tonterías de danzas guerreras (aunque alguna me encante, ya hablaré algún día de La casa de las dagas voladoras), realizaba estupendas películas que iban de un festival a otro, pasando alguna de ellas por las alfombras rojas de los premios aquellos del copyright que se entregan esta madrugada, como es el caso. Y a pesar de que yo todo lo que huela a esos premios lo denosto de entrada, en este caso tengo que reconocer que tenían razón.
Basada en una novela llamada Esposas y concubinas, la obra de Yimou, igual que sus anteriores Sorgo rojo o Semilla de crisantemo, realiza un estudio del papel de la mujer en la sociedad china, estudio que le valdría la censura de la película en su país de origen, en esta ocasión a través de la historia de la tercera concubina
de un hombre poderoso y la competición que esta establece con las otras amantes del señor para ser la preferida, en una historia llena de tragedia y afectividad medida, casi en susurros, como sólo los orientales saben hacerlo.


Pero quizá lo que más impresiona de La linterna roja, cosa que ya se veía en sus anteriores trabajos y que aquí se hace más patente aunque se iría intensificando en posteriores obras, en ocasiones para mal, es la puesta en escena visual. Impresionantes las escenas de las linternas, esas que señalan cuál va a ser la mujer elegida para pasar la noche con el señor, no menos impresionantes las escenas de soledad... la estética inunda una historia amarga y cruel para hacerse dueña y señora sin que, sin embargo, deje de ser un personaje más, para subrayar precisamente esas señales que hacen ver lo que va a pasar por la noche dependiendo de dónde se enciendan las luces rojas, dónde se comiencen a dar los masajes, dónde el rojo lo inunde todo. Un espectáculo visual y auditivo gracias a una preciosa banda sonora que acompaña un metraje impresionante.
Desafortunadamente, como ya digo, Yimou posteriormente confundiría las tornas y en otras ocasiones se quedaría en estética para todo. Y tampoco es eso. Tampoco es eso.


viernes, 20 de febrero de 2009

Mi hermano del alma

Mi hermano del alma (Mariano Barroso, 1993)


Barroso es otro de esos directores que me encantan y que me dan la impresión de no estar suficientemente reconocidos. Su debut en largo con esta película es otra de esas muestras de buen cine negro que se hizo a principios de los noventa en este país y que pasó con más pena que gloria por las carteleras patrias a pesar de llegar a ser presentada en Berlín y llevarse una docena de premios. Lydia Bosch está estupenda de hecho, cosa que ya de por si justifica el que se defienda a este director, porque siempre consideré que llamar a esta señora actriz era decir mucho y aquí me tuve que callar la boca, aunque fuera por poco tiempo.
El viaje a los infiernos que Toni (Juanjo Puigcorbé), el hermano del título, somete a Carlos (Carlos Hipolito espléndido como es él) y a su actualmente mujer, ex-pareja de Toni (Lydia Bosch) dentro de una trama más o menos de intriga no deja de ser un estudio de personajes y de relaciones donde la familia (siempre la familia) juega el papel que siempre jugó: el rencor, las rencillas, las falsedades, las lealtades forzadas... que aquí quedan explicitadas y que no terminan bien.
Barroso dirige con tacto un hábil guión que también co-firma para mostrarnos sutilmente, casi escondido, lo que otros hacen de forma mucho más burra. Y todo ello consiguiendo emocionar, aunque nunca para bien. Revuelve tripas sin que aparentemente haya nada que lo motive. Una de esas joyitas que han pasado casi desapercibidas. Tanto que no he sido capaz de encontrar más imágenes que el poster de la película. De Leyendas de pasión a patadas, oigan...


jueves, 19 de febrero de 2009

Destrozando a... Leyendas de pasión

Leyendas de pasión (Edward Zwick, 1994)


En nuestro afán populista y, ante todo, porque le tengo ganas desde hace mucho, hoy caerá una de esas cintas que hicieron las delicias de las amantes de Corin Tellado allá a mediados de los noventa. Folletín insufrible y larguísimo, Leyendas de pasión es uno de esos claros ejemplos de lo que muchos productores confunden con una gran historia, y que aquí nos encargaremos de aclarar.
Las grandes historias no dependen ni de la producción, ni de los actores, ni del dramatismo rocambolesco y forzado, ni siquiera de la duración de las películas. Las grandes historias, como bien se ha demostrado mil y una veces a lo largo de la historia del cine, se pueden hacer con dos duros, actores desconocidos, emotividad justa y en películas cortísimas (e incluso medios y cortometrajes). Por ello no hay que confundir libertad con libertinaje y hay que darle a cada cosa el valor que merece. El de este bodrio es el mismo que el de los excrementos de una vaca: lo mismo como deshecho sirve para abonar el campo. Y ni siquiera el culo de lado de Brad Pitt lo salva. Se lo hemos visto en mejores momentos y de forma más visible. Aparte de que tanta mierda en el pelo da bastante asquito, para qué negarlo...


martes, 17 de febrero de 2009

No heroics

No heroics (ITV2)


La respuesta a Héroes, esa serie que tanto está decepcionando a mi queridísima Lo, ha venido de Inglaterra. Allí tienen sentido del humor y son capaces de tomarse el tema de una ciudad donde viven superhéroes de forma mucho más amena: riéndose de ello.
No heroics
, estrenada en septiembre y con sólo seis capítulos en la primera temporada, es el reverso tenebroso de cualquier historia blanca de superhéroes, fijándose para ello en la vida de esos superhéroes fuera del trabajo, sobre todo en el bar donde se toman las cervezas y se desarrolla su vida sin capa y sin heroicidades.
Es la historia de cuatro amigos superhéroes, perdedores en esa pizarra en la que se apuntan quién es el más famoso de todos y que siempre está presidida por Excelsor, ese superhéroe de muy buen marketing y muy poca moral: The Hotness, el fra
casado perfecto, en su búsqueda de la fama y el éxito; su ex-novia Electroclash, con la habilidad de manejar las máquinas electrónicas, hija rebelde y superheroína más rebelde todavía; She-Force, esa enorme y bobalicona superheroina que continúa buscando al amor de su vida hasta en la cárcel; y Timebomb, cuya capacidad para leer el futuro a sesenta segundos vista no es su principal arma, sino que es famoso sobre todo por su habilidad para la tortura... además de por ser gay, promiscuo, cínico y politoxicómano.


Todos ellos se reúnen en The Fortress, ese bar donde no se permiten máscaras, poderes ni heroicidades, para que Excelsor no pare de ridiculizar a The Hotness y de intertar tirarse a Electroclash, para repasar sus vidas y sus inquietudes. Además de para hacerse sentir entre ellos como auténticas basuras e instalarse en la anormal relación afectiva, ya frustrada, entre The Hotness y Electroclash. Y para hacer barbaridades, para liarse con otros, para intentar llegar a la fama y para que nos riamos los demás con una de las ideas más simples y mejor llevadas a cabo que he visto desde hace mucho. Y esa escena del primer capítulo donde Electroclash deja que atraquen a un dependiente porque ha sido un grosero... ¡Qué grandes!

lunes, 16 de febrero de 2009

domingo, 15 de febrero de 2009

Summer of Sam

Summer of Sam (Spike Lee, 1999)


Rara vez pongo un título original para presentar una película. Pero para esta no hay otra forma, porque todas las traducciones son espantosas. S.O.S. (Summer of Sam) está ambientada en el verano de 1977 en Nueva York, verano caluroso como pocos según se cuenta, y que tuvo como fundamental protagonista al hijo de Sam del título, un asesino de jóvenes que aterrorizó a la población. Pero como la película no la dirige David Fincher sino Spike Lee, no estamos ante un thriller.
Estamos ante una película de actores, con un tinte puramente social, que nos cuenta la historia de un barrio en el que viven unos personajes que desarrollan su vida en el mismo entorno del asesino Sam, y que ven perennemente amenazadas sus vidas por el asesino, por el calor, por el resto de la humanidad. Lee se sale del llamado "cine de negros" (¿hay que poner etiquetas a todo? me pregunto) para realizar una cinta ágil, violenta, cruda, explosiva y atronadora acerca de lo mismo que trata siempre, por más que el tema racial quede un poco de lado. Los perdedores, los marginados, están en las calles y son marcados por el resto en el fragor de la lucha y la temperatura que hierve la sangre y hace que no diserten adecuadamente las neuronas. Los actores están magníficos y Lee demuestra que sabe hacer algo más que el mismo discurso victimista al que nos tiene acostumbrados, rodando una película más descriptiva y menos posicionadora de roles, y a la vez mucho más enérgica y radical, con un montaje efectista y no lineal, quizá algo peligroso, que consigue manejar.


A mi me sigue pareciendo una obra maestra que, por supuesto, pasó desapercibida. Aunque hay muchos que no piensan lo mismo, y la ven como una obra vacía:
"Todo es pólvora mojada en este brillante petardo. Da el pego y puede pasar por un film importante si no se aprecia su irreverencia y su barullo (...) Montaje mareante, ensordecedor y despótico de imágenes vacías e insinceras" (Ángel Fdez. Santos: Diario El País).
[Fuente, Filmaffinity]
¿Qué pretenderá llenar?


sábado, 14 de febrero de 2009

The IT crowd (Los informáticos)

The IT crowd (Los informáticos) (Channel 4)


Creo que lo están poniendo en el plus. O no, la verdad es que me la recomendó mi fan y directamente tiré de mula. Serie británica acerca de una chica mona (Jen) y sin conocimientos de ordenadores que colocan como jefa del servicio de informática de una gran empresa, teniendo como principales empleados a un irlandés (Roy) y un friki de oficina (Moss) sin ningún tipo de tacto para las habilidades sociales y que se pasan el día arreglando ordenadores por teléfono al grito de guerra de "¿Ha probado a apagarlo y encenderlo de nuevo?". Varios jefes locos, un vicepresidente degradado al hacerse gótico (qué grande es el personaje de Richmond) y un sin fin de bromas entre absurdas, llenas de tópicos que revisan y reviran, e incluso payasadas metalingüísticas, hacen de este quizá no el producto perfecto pero si un entretenimiento divertidísimo para echar el rato.


No voy a entrar nuevamente en lo bien que hacen fuera de nuestro país las sitcoms (y como en esta televisión nuestra los guionistas deliran haciendo series de una hora que terminan en el melodrama para estropearlo todo), porque cada vez que hablo de una serie de estas características acabo soltando la misma parrafada, pero como tal funciona perfectamente, regalando (a pesar de flojedades varias) momentos soberbios en las dos primeras temporadas (son de seis capítulos de veinte minutos, perfectamente asequibles para cualquiera), las que he visto, tanto todos los perpetrados por Richmond, como esa comparación de las zonas externas de fumadores con las actividades subversivas en los países socialistas (descacharrante), el engaño de Roy para que un caníbal con conciencia y una tele de plasma lo deje ver una película antes de que le cuenten el final o las discusiones de pareja entre los dos informáticos, Roy y Moss. Ya digo que no es perfecta, pero me he reído...

viernes, 13 de febrero de 2009

Day and age

Day and age (The Killers, 2008)


Hablando de música... vamos a hacerlo de algo que merezca la pena. The Killers ya han sido motivo de regocijo anteriormente en esta página, pero de momento (nunca se sabe lo que nos depararán las mayors) siguen haciendo muy buenos discos, como bien demuestra este último publicado, allá a finales del año pasado.
No se exactamente a qué se debe el título, pero si que todo suena muy setenta-ochenta. Se atreven, además de con su mismo estilo rockero suave de siempre, a mezclar electrónica e incluso algún que otro compás de inspiración brasileira para crear canciones quizá más ligeras en cuanto a ritmo, quizá más melódicas, con letras quizá más superficiales, pero los cortes están igual de inspirados que en todos los anteriores, consiguiendo un disco compacto y sin fisuras, que por momentos recuerda a... demasiada gente. Ya lo decía cuando hablaba de Sawdust, no hacen nada nuevo, no son innovadores, no son originales... ¡pero qué bien que suenan! Y digo yo que se trata de eso.
Por ello acabo de decidir que van a desbancar a mis queridísimos Jack y Meg en la apertura del reproductor de la página. Sólo tengo que decidir con qué canción. Human, primer sencillo, tiene todas las papeletas... pero voy a escucharlos otra vez.

jueves, 12 de febrero de 2009

Destrozando a... los discos de Alejandro Sanz

Viviendo deprisa, Si tú me miras, Básico, Alejandro Sanz 3, Más, El alma al aire, MTV Umplugged, No es lo mismo (Alejandro Sanz, 1991-2003)

El cómo lo que debiera haber sido un fenómeno perecedero de fans (y me estoy refiriendo a la música, a mi el chiquillo no termina de caerme mal, aunque estuvo a punto la temporada esa que tuvo en la que parecía que iba perpetuamente colocado) haya pasado a situarse como parte vendida y asumida por un alto porcentaje de la población patria como "cantautor" tiene su base en varias reglas simples que intentaremos explicar a continuación:

1) debuta joven;

2) hazte amiguitos famosos, a ser posible que uno de ellos sea Miguel Bosé (que tiene que tener un enchufe porque todo lo que coloca, incluido él mismo, se convierte en oro, fíjense si no adonde está llegando su sobrina);

3) "componga" música:
a) para "componer" dicha música comience por rescatar/recomponer melodías pegadizas (primera acepción del diccionario de la RAE: pegajoso), inspiradas (si no directamente escaneadas y/o arregladas de otros exitos anteriores);
b) coloque letras en ellas hablando de amor, a ser posible usando todos los eufemismos posibles para no decir "te quiero" o "me has dejado";
c) para dichas letras use frases hechas que suenen a poéticas o tergiverse refranes;
d) despreocúpese de la métrica, consiste en insertar todo la oración (incluidos cuantos más adjetivos mejor) en el tiempo que dure el trozo de música adjudicado, aunque sea a costa de correr y que no se entienda nada;
e) lo mismo con la rima (si nadie va a entender lo que se dice, ¿para qué preocuparse?);
f) ¿y qué es eso de que los versos tengan que seguir un cierto sentido?

4) continúe haciendo el mismo disco un LP tras otro sin darse importancia, como si en realidad en vez de en estadios de fútbol llenos de fanes desarretadas, tocaran en garitos de tercera llenos de humo y gafapastas;

5) la compañía de discos no tiene siquiera que gastarse un duro, sus amigos famosos, que además hacen programas en la tele como si supieran de música, le harán suficiente promoción, aupándolo al altar de los "grandes";

6) sumerja su vida privada en el más absoluto secretismo, váyase a vivir a Miami, y siga sacando los mismos discos;

7) cuando le digan que se repite, saque el mismo disco con alguna influencia distinta para que parezca que hemos cambiado ¡pero no cambie!, si no se le acaba el chollo;

8) y suerte.

Si no es así, no me lo puedo explicar, de verdad que lo digo. Y sigo diciendo, a mi el muchacho no me cae mal. Pero como me lo encuentre y escuche una vez más lo de "tiritas pa este corazón partío" le arranco la cabeza de cuajo. Pero de cuajo.


martes, 10 de febrero de 2009

El milagro de P Tinto

El milagro de P Tinto (Javier Fesser, 1998)
Llevo desde la inefable gala de los Goya queriendo hablar de esta película, pero mi última obsesión por la comedia francesa me ha hecho olvidarme de ella, a pesar de que incluso La 1 la programó (oh, sorpresa) tras la entrega de los premios de la Academia esa en cuestión.
Javier Fesser debutó en el mundo del largo con uno que continuaba el mismo estilo que había desarrollado en sus cortos Aquel ritmillo y sobre todo de El secldeto de la tlompeta del que toma no sólo actores sino incluso elementos. Heredera del cartoon, b
asada en el slapstick y en el absurdo que también había servido de guía a Gomaespuma, dúo del que formaba parte su hermano y co-guionista Guillermo, Fesser dirige una divertidísima comedia que recorre la vida de un ser ingenuo, el P. Tinto del título, encargado de continuar el legado familiar de la fábrica de obleas con contrato en exclusiva con el Vaticano y que ya se nos presenta desde su infancia como un simple ser que quiere una vida sencilla y que ve señales en todas partes, cosa que le lleva a casarse con Olivia, a pesar de que tarda veinte años en darse cuenta de que es ciega. Sus súplicas de un niño terminan con la adopción de dos enanos extraterrestres y posteriormente de un robusto inmigrante que ha huido de un país socialista con "su propia energía". Como esta breve sinopsis, todo.


Descacharrante, brutal, zafia en ocasiones pero a la vez terriblemente hermosa en su defensa de la simpleza como motus operandi vital, siempre que la recuerdo resuena en mi mente la letra de esa canción que inaugura el metraje y suena tantas veces a lo largo de todo él: "Mirando al mar soñé, que estabas junto a mi...". Porque de eso va, después de todo.

lunes, 9 de febrero de 2009

Frase (o estrofa) de la semana


Que se muera el tío que inventó la pala
(que se muera, que se muera, que se muera)
Que se muera el tío que inventó el cincel
(que se muera, que se muera, que se muera también)
que se quede malherido, y que no se muera, que sufra el tío.

Mojinos escocíos, No tienes huevos (disco Las margaritas son flores del campo).

Tengo un meme para usted


Llevaba mucho tiempo librándome, ya lo sé. Y esto al final es, como los mismos memes, una cadena, alguien se acuerda de ti, tú te acuerdas de otros y el siguiente te toca por acordarte.
Lo que me sorprende es que la hostia, como siempre, llega de donde menos te lo esperas, en este caso del amigo dvd, al que no veía yo participando en este tipo de juegos... pero al final todos somos iguales y nos echamos una mano aunque sea por un libro de Katherine Neville. Porque de eso se trata. Araque es el que organiza un concurso a base del Meme en cuestión, que consiste en citarlo a él, la dirección donde se sientan las bases del mismo, que es esta:
http://www.araquebelagua.com/2009/01/15/concurso-el-fuego/ y en invitar a tres (hasta el momento de la invitación) amigos bloggueros para que se continúen con la cadena, explicando las mismas bases (quién lo organiza, quién te ha invitado, dónde están las bases, a quién invitan ellos, todo ello linkeado y cuál es el premio).
El 14 de febrero, entre todos los participantes se sorteará El fuego, de Katherine Neville, que será enviado al ganador. Y para que se sepa que se ha participado, se deja un comentario en la entrada arriba linkeada. ¿Queda claro? Pues ahí van mis tres damnificados, más por diplomáticos (ellos) que por otra cosa:
-Lola.
-Ricardo.
-Kirin.

De verdad que lo siento.

domingo, 8 de febrero de 2009

On connait la chanson

On connait la chanson (Alain Resnais, 1997)


No pensaba hablar de ella todavía para no ser repetitivo, pero no puedo evitarlo. Y no puedo evitarlo porque la he visto tres veces esta semana y se la he recomendado a todo el que me he ido encontrando por la calle. Me falta poner un cartel en las ventanas de mi casa. Y porque me he cansado de repetir que yo quiero vivir en un mundo así, en el que la vida fluya y la afectividad emane con normalidad, y se pueda cantar lo que pasa en medio de una conversación normal con total naturalidad. Y porque a pesar de ser tristísima, deja un sabor de boca maravilloso. Y porque es alegre, y divertida, y preciosa...


En realidad, ¿Hace falta que diga algo más? Voy a ver si la veo por cuarta vez...

sábado, 7 de febrero de 2009

Meds

Meds (Placebo, 2006)

Aprovechamos que se supone que están preparando para la grabación de nuevo disco original, ya sin su batería habitual, Steve Hewitt, para recuperar el último disco no recopilatorio de Placebo, lo que ellos consideraban una vuelta a sus orígenes y que parece no obstante la evolución natural de una banda que ha sabido combinar a la perfección sus influencias para llegar a realizar algo original y propio. Guitarras potentes, ritmos marcados con múltiples cambios, influencias electrónicas y la voz rota y visceral de Brian Molko para hablar mucho mejor de lo que hacen otros de la vida y el amor, pero de otra forma. Y eso porque yo soy más de canciones potentorras, pero las baladas tampoco tienen desperdicio. De lo que más me gusta de ellos, cosa que ya es.


jueves, 5 de febrero de 2009

Destrozando a... la gala de los Goya

Gala Goya 2009 (La 1)
Igual de aburrida e igual de extraña que de costumbre, intentando hacer gracias a costa de elementos que no pegaban ni con cola. Los presentadores de los premios estuvieron sosos como pocas veces y los asistentes al evento no entendían la mitad de los chistes de Joaquín Reyes y los suyos, cosa más que evidente porque es humor para una minoría que somos los que los seguimos, y porque no tenían sentido en esa gala presentada por la Machi donde se hacían los mismos chistes de siempre acerca de lo mismo de siempre (lo mal que se llevan los actores, lo malos que son los productores, lo nefasto que es internet (parece que nadie se entera de que lo nefasto es que las distribuidoras encarezcan el producto...), las malas críticas que va a recibir la gala al día siguiente...) y un palmarés más que esperable para alguien que no ha visto casi ninguna de las películas "mominadas", si tenemos en cuenta lo que le gustan a los académicos un niño, un enfermo, un barrio marginal y un minusválido. Si juntamos cualquiera de esas cosas era evidente que Camino y El truco del manco, tengan la calidad fílmica que tengan, cosa que no puedo discutir porque la desconozco, se iban a llevar el gato al agua.


Pero lo peor de todo, sin duda alguna, fue ese intento que tienen de resultar glamourosos y que siempre termina mal. Este año a las actrices les ha dado por un despropósito detrás de otro y, aunque ya se que se supone que esto es un blog seudocultural, me van a permitir la licencia de poner fotos de lo que llevaban sobre esa glamourosa alfombra verde con publicidad de whisky. Los comentarios sobre los trajes ya los hicimos en un improvisado foro entre el facebook y el messenger Josito, Lo y yo, así que los ahorraré porque haría esta entrada interminable, pero yo sigo preguntándome ¿no tenía Goya Toledo nada mejor que ponerse que la cortina del salón? ¿Por qué vistieron a la niña de Camino como si acabara de salir de La pequeña? y, sobre todo y ante todo ¿de qué iba disfrazada la cada vez más insoportable Paz Vega? A Miriam Díaz Aroca la vamos a dejar porque su trajecito ya lo dice todo.


Por orden, de arriba abajo:
1. Carmen Machi, como bien definió Josito, con la primera prueba para la boda de su prima la del pueblo.
2. Nerea Camacho recién salida del burdel.
3. Pe, recién levantada de la cama.
4. La simpática Paz Vega, tan natural como siempre, disfrazada de nube (o algo así, yo todavía lo estoy intentando averigüar)
5. La gran actriz Mar Saura, indispensable en cualquier gala de cine, también muy mona y muy discreta como es ella.
6. Miriam Diaz Aroca... sin palabras me quedo.
7. Dafne Fernandez, con la bolsa de basura a cuestas.
8. y Goya Toledo, con las cortinas del salón.
El mantel del Zara Home que llevaba Maribel Verdú no lo que querido poner porque era amarillo y todos sabemos que da mala suerte, pero tampoco tenía desperdicio...

Pues bueno, que esto fue lo más divertido con diferencia y lo único que mereció la pena. Y por cierto, una cosita, señores del cine español: las descargas ilegales les afectan poco. Afectan muchísimo más a la industria norteamericana. Quiero decir, dejen de reivindicar tanta ley de protección. Hace años, cuando nadie tenía internet, tampoco iban al cine a ver cine español más gente de la que va ahora. Lo mismo lo que tendrían que hacer (y es solo una idea) es algo parecido a lo que hacen en Francia: productos que interesen a la gente (aunque sean bazofia), gastarse duros en publicidad (en buenas campañas y no las que hacen) y el dinero que se gane con eso, invertirlo en hacer buen cine y no cualquier patochada que se le ocurra a un seudointelectual... y no daré nombres para no hacer más daño... pero vamos, que por más que quieran creer que es culpa de la piratería... lo mismo hay que buscar responsables en si mismos señores, en si mismos...



miércoles, 4 de febrero de 2009

Tanguy, ¿qué hacemos con el niño?

Tanguy, ¿qué hacemos con el niño? (Ètienne Chatiliez, 2001)


Esta semana toca comedia gabacha. Y respecto a ella, Tanguy puede que no sea la película perfecta, pero si que tiene una virtud fundamental respecto al resto: es divertida, muy divertida.
Tanguy es un chico que no llega a los treinta y que se nos presenta en principio como seductor, inteligente, el perfecto estudiante, responsable, encantador... el hijo que cualquier padre querría tener... menos los suyos, que están deseando que se vaya de casa, porque Tanguy en realidad es un ególatra estúpido pagado de sí mismo al que sus padres mantienen únicamente por la promesa de perderlo de vista en cuanto se marche a hacer su tesis a Pekin. Cuando éste les informa de su decisión de alargar un año dicha marcha, los sufridos padres entran en pánico y deciden hacerle la vida imposible para echarlo de casa, perpetrando tretas y más tretas que a Tanguy le resbalan, para desesperación de sus mayores.


Comportándose como adolescentes fumados (literalmente), el comportamiento de esos padres que quieren recuperar su juventud liberándose de su insufrible hijo (y al que no quieren echar de casa como haría cualquiera porque, precisamente, es el hijo que cualquiera de sus amigos querría tener) arranca las mismas carcajadas que ellos obtienen bajo el influjo de la maría que consumen en su habitación de matrimonio maquinando contra el hijo que estudia en la habitación de al lado.
Quizá un poco reiterativa, quizá un poco deslabazada, quizá no es la mejor película que se podría haber hecho, pero teniendo en cuenta lo aburridos que son los franceses a la hora de hacer comedia, el hecho de que hagan una película divertida sin recurrir al esperpento y a lo escatológico, es más que encomiable. Y repito, yo me reí muchísimo.


lunes, 2 de febrero de 2009

Para todos los gustos

Para todos los gustos (Àgnes Jaoui, 2000)

El debut de Joaui como directora nos trae una historia de personajes infelices que intentan dejar de serlo sin realmente conseguirlo en tono más o menos cómico. Esto en Francia lo tienen complicado porque, como ya dijimos hace meses, la comedia fina no es lo suyo, pero Jaoui, en base a un guión escrito junto a su pareja y co-protagonista Jean-Pierre Bacri, logra saltar el escollo dando sin embargo el toque amargo que podríamos esperar viniendo de la cinematografía de donde viene.
Aparte de quizá echar de menos un poco más de sentido del humor en la historia de estos pobres perdedores (todos lo son), el magnífico guión nos p
resenta a una serie de personajes complejos, dibujados perfectamente y que afrontan la vida de diferente manera en busca de lo mismo, cada cual a su modo. Seres que van desde el ingenuo chófer hasta la ama de casa aburrida e hipócrita pasando por el supuesto cínico guardaespaldas (que en el fondo es el más sensato), que se relacionan entre ellos preocupándose sin decirse nada, dejando que los demás lleven su vida hasta que se les pide ayuda, que cometan sus errores para que aprendan... hasta que en un momento la misma vida hace que ya no puedan más.


La cámara les acompaña por un paseo a través de un trozo de sus vidas sin que nada las empañe, sin artificios que enmascaren la realidad de lo que les ocurre. Jaoui sigue a sus personajes y mira lo que les sucede como un mero espectador, como si no estuviera ahí, como si no se notara. Para que nos podamos dar cuenta de que hay muchas formas de hacer cine pero, fundamentalmente, el cine es esto. Y es que Le gout de autres no es otra cosa que vida.

Frase de la semana


A manha mais.


Un grupo de amigos borrachos por Lisboa.


P.D. Debería haber sido la de la semana pasada, pero averigüen dónde estaba yo. ¡Bendita publicación programada del blogger!

domingo, 1 de febrero de 2009

Medianoche en el jardín del bien y del mal

Medianoche en el jardín del bien y del mal (Clint Eastwood, 1997)



A mi todavía sigue sorprendiéndome que alguien que se hizo famoso por interpretar a Harry Callaghan y por los spaguetti-westerns cuando coja una cámara para dirigir tenga la sensibilidad que demuestra Eastwood en cada uno de sus trabajos. Esa sensibilidad se puede dar a entender de muchas maneras, más o menos visibles en propuestas quizá más dadas a la dramatización (qué bella Los puentes de Madison, sobre todo teniendo en cuenta la terrible novelilla de donde sale), pero en esta Midnight in the garden of good and evil, adaptación de la novela homónima de John Berenndt, se ve reflejada con especial maestría.


Eastwood realiza un ejercicio de mesura y estilo, mostrando un paisaje de la sociedad sureña que nos presenta sin caer en el morbo del asesinato que centra la trama de la película, sino recreándose en todos los entresijos de esa ciudad de Savannah donde se desarrolla, en toda esa extraña mezcla de personajes que la puebla. A ella llega un escritor (John Cusack, personaje que precisamente es el propio Berendt) que se interesa por la noticia del asesinato de un chapero (increíble Jude Law, como siempre) presuntamente a manos de su amante millonario (Kevin Spacey). Con un gusto exquisito tanto en el trato de personajes como en el desarrollo de la trama y la planificación, Eastwood demuestra nuevamente el gran director que es, mezclando los elementos reales y ficticios de la trama sin que resulten grotescos (ese perro invisible y su dueña drag-queen, Lady Chablis, creo que es la misma de la novela, las brujas...) con un buen gusto y un saber estar que hacen que a pesar de todo, y a pesar de decir mucho acerca de lo ridículo de esa sociedad sureña que disecciona en todo momento, deje un buen sabor de boca y una sensación de que todo ha acabado como ha tenido que acabar. Porque así es la vida. A pesar de ese final, que en el fondo es tremendo.
Una maravilla, o al menos a mi me lo sigue pareciendo vista unas cuantas veces.