domingo, 31 de agosto de 2008

Delitos y faltas

Delitos y faltas (Woody Allen, 1989)


Allen terminó de cerrar los ochenta, quizá su mejor década, con una de sus mejores películas. Lo que hiciera años después en Melinda y Melinda, mezclar una historia dramática y otra cómica con los mismos elementos, fue una idea que ya usó en este film. Dos historias acerca de dos personajes, una en tono dramático, protagonizada por Martin Landau, y otra en tono cómico, con Allen como personaje principal. Dos historias de parejas infelices, de proyectos vitales frustrados y frustrantes, de dudas morales que acontecen cuando no se hace lo que se debe hacer. De esos problemas que traen como consecuencia el cometer alguno de esos delitos o faltas que rezan en una de los títulos mejor traducidos de la historia del cine (el original es Crímenes y pecados).
Lo que da es lo mismo de siempre. Diálogos ingeniosos y situaciones comprometidas para unos personajes en búsqueda de la felicidad, y que se plantean hacer cualquier cosa para conseguirlo. Unos actores geniales defienden un guión magnífico que aborda las mismas obsesiones de su director: la religión, la infelicidad en las relaciones, la hipocresía, la creación de subculturas y el atontamiento cultural de la población americana... con la misma genialidad de la que es capaz cuando quiere y le dejan las presiones.

Con la historia de dos hombres a los que no les gusta su vida, y que intentan solucionar sus problemas con mejor o peor fortuna y con mejores o peores artes. Dos hombres que no tienen nada que ver y que se conocen fortuitamente, por casualidad, en una de las últimas escenas de la película, cuando los papeles se han invertido (el que era infeliz ahora aparentemente no lo es, y el que parecía feliz ha quedado claro que no lo era en ningún momento), cuando dos desconocidos se cuentan su vida, aunque sea por medio de historias para guiones cinematográficos, en una clara muestra de confianza en la bondad de los extraños.
Pero eso es sólo una muestra de lo que nos da esta película. El resto de personajes y relaciones son también memorables. Sobre todo la desquiciadísima Angelica Houston, que luego se quejaría mucho de lo poco que la dirigía Allen, y, quizá lo más divertido de todo el film, la relación que establece Allen con su sobrina menor de edad, esa que guarda sus secretos y lo aconseja, y que es una de las culpables de que a mi la adolescentes me caigan cada vez mejor.


sábado, 30 de agosto de 2008

Vampiros de John Carpenter

Vampiros de John Carpenter (John Carpenter, 1998)


Recuerdo, coincidiendo con el estreno de esta película en festivales internacionales, haber leído unas cuantas críticas estupendas de la misma. Cuando se estrenó en España, allá por el 2000, si no recuerdo mal, las críticas fueron también magníficas. Sin embargo, ocho años después, me pongo a mirar por internet y las cosas han cambiado bastante.
Es cierto que John Carpenter no es Orson Welles, pero, permítanme decirles, ni falta que hace. Desde el estreno de La noche de Halloween, Carpenter se convirtió en uno de los referentes del cine fantástico y de terror, en parte (o casi en su totalidad) en base a unas direcciones más que eficaces. Antes había realizado la estupenda Asalto a la comisaría del distrito 13, donde ya había dado muestras de maestría en el género policiaco, género que estaba muy cascado, y que él, con escasos medios, decidió reinterpretar.


Quizá esa La noche de Halloween, nueva reinterpretación, esta vez del cine de terror, sea la película menos westeriana de Carpenter, porque lo que hace este director (o al menos todo lo que yo he visto de él, que ha sido mucho) son películas del oeste, aunque la única "reconocida" como tal quizá sea esta. Y es que Vampiros no es una película de terror, por más que la temática trate de semejantes seres sobrenaturales. Vampiros es un western con temática poco común, pero rodada según los preceptos del género, al que añade además bastante sentido del humor, lo que da un plus a la hora de entretener, que es de lo que se trata.


Quizá es que hay gente que fue a ver Vampiros pretendiendo ver a Bergman, pero es que hay que saber a lo que se va al cine. Vampiros, como La cosa, como La niebla, como Rescate en Nueva York, son películas de entretenimiento puro y duro. Y no hay más, y de hecho no hace falta nada más. También en el cine de entretenimiento se pueden hacer buenas y malas películas. Para darse cuenta de ello sólo hay que comparar algunas de las que he dicho con, por ejemplo, las tres de Spiderman para darse cuenta de que no hay color. En ninguno de los sentidos. El guión puede ser más o menos endeble, que no es el caso, pero lo que no se puede negar son unos actores en estado de gracia, una planificación y una composición de escenas de la que muchos deberían aprender y una tensión que no abandona todo el metraje. Que todo se soluciona de forma demasiado fácil al final... puede ser. Pero eso no es óbice para un espectáculo visual que tendrá divertido al que lo desee durante dos horitas. Y de un rodaje de secuencias de acción que nada tiene que ver con lo videoclipero, eso que está tan de moda entre los nuevos directores y que convierte en tedioso cualquier secuencia que, bien rodada, debería ser divertida. ¿Que hay gente que no está de acuerdo? Pues me parece muy bien, pero a mi esta película, años después, me sigue encantando.

viernes, 29 de agosto de 2008

The singles (The Clash)

The singles (The Clash, 2007)


Hace tiempo que vengo manteniendo la teoría de que todo lo que se ha hecho en el rock y el pop en los últimos 30 años ya lo habían hecho antes The Clash, exceptuando quizá la vertiente siniestra que es heredera directa de esos otros grandes que eran Joy Division. Y para demostrarlo, treinta años después de la publicación de The Clash, el primer disco del grupo, la compañía Sony editó un recopilatorio con los singles del grupo, que servirá para que, si alguien no creía lo que digo, se convenza un poco.
Los estilos musicales que abordaron The Clash fueron múltiples, desde el inicio en el punk hasta su evolución lenta a la mezcolanza de estilos distintos e incluso aparentemente antagónicos (punk y reggae, por ejemplo) en albumes que no tenían nada que ver con sus dos primeros discos. Y lo que se pretende con este, además de vender discos, es que nos podamos dar cuenta de ello.
Yo echo de menos más canciones de los primeros discos, pero no se trata de hacer una recopilación de sus canciones, sino de sencillos, y si los publicados fueron estos... pues no hay más. Servirá sobre todo para que los no amantes del punk se den cuenta de lo grande que fue esta banda (con todos sus cambios y todos sus problemas). Si prefieren la historia, Julian Temples ya ha hecho otro documental (después de La mugre y la furia, dedicado a los Sex Pistols), titulado Joe Strummel: the future is unwritten, que no se si se ha distribuido en España, pero si no ya conseguiré por ahí de alguna forma... para eso está la mula.


martes, 26 de agosto de 2008

Karen McClusky

Karen McClusky (personaje de Mujeres desesperadas)


Si hay dos personajes que me fascinan de todos los que habitan Wisteria Lane por su manejo (y no por ellos mismos, donde ganaría el fontanero de calle) son la magnífica Bree van de Kamp/Hodges (cuyo empeño en ser la perfecta madre y ama de casa además de su excesivo celo por el orden y la limpieza han sido objeto de algunos de los gags más divertidos de la serie) y, sobre todo, esa vecina malhumorada, deslenguada y metomentodo que es Karen McClusky, interpretada con maestría por Kathryn Joosten.
La señora McClusky, esa entrañable anciana aparentemente odiosa es la única que aparenta ser totalmente sincera (por más que guarde secretos como todo el resto de los habitantes de ese barrio bien de Fairview), como bien demuestran todas sus apreciaciones sobre el resto de sus conciudadanos, esas que realiza sin que nadie le pregunte y sin importar a quién puedan herir. Pero todo ello lo hace sin más maldad que la de alguien que se preocupa de sus vecinos, aunque no lo parezca, y que desea que estos se den cuenta de lo que pasa a su alrededor, como bien demuestra su amistad con Lynette o con Parker, el hijo de esta.
En este sentido, y es por lo que me he decidido a postearla ahora, estos días he terminado de ver la tercera y la cuarta temporada. En esta última aparecen una pareja gay, Bob y Lee, que se mudan de Nueva York a Wisteria Lane en busca de paz, pero siguiendo sus premisas neoyorkinas, cosa que les acarreará todo tipo de enemistades en el barrio. En ese sentido, la pareja recién llegada compra una espantosa fuente que coloca en el jardín, lo que impulsa un debate entre sus convecinas. Es en ese debate donde se produce una de las apreciaciones más salvajes de McCluskey, una que debe estar aquí: Susan, Catherine, Bree y la propia McClusky, deciden que la fuente debe desaparecer, y esta última le sugiere a Bree que sea ella quien les pida a la nueva pareja que la retiren:
-Deberías hablar tú con ellos, Bree.
-¿No entiendo por qué?- contesta Bree.
-Porque tienes un hijo que ha salido del armario y un marido que hace tiempo está buscando la puerta.
No parece que Orson vaya a salir en ningún momento del armario, pero no me negaran que McClusky no se ha preocupado de que Bree se de cuenta de que es posible. ¡Qué grande es!

Dante's cove

Dante's cove (here! televisión)

A ver si puedo escribir lo que quiero escribir sin enfadar a nadie... aunque me temo que va a ser imposible tratándose de lo que se trata.
Cuando muchos creíamos que no se emitirían nunca series más malas que Queer as folk o Buffy, resulta que a los del canal here! se les ocurre unir las dos cosas para hacer la atrocidad que es Dante's cove. Pero pongámonos en situación.
here! es una cadena de televisión norteamericana orientada a público gay que, tras el éxito de Queer as folk, otra aberración televisiva cometida en aras de la militancia, se decidió a emitir esta serie que aunaba las claves del éxito de la susodicha QAF con las de otra gran serie de éxito, la no menos inefable Buffy la cazavampiros: mucha carne con intrigas paranormales para bebés. Al menos hay que agradecerles que tuvieran el gusto de no contratar a la protagonista de la segunda, la insufrible Sarah Michelle Gellar, porque habría sido, si cabe, peor.


Últimamente me encuentro referencias a la susodicha serie allá por donde voy, y anoche vi el primer capítulo de la primera temporada, gracias a la mula y a que hay gente que se dedica a no aburrirse subtitulandolo todo (aunque a veces se entienda mejor el inglés que los subtítulos), y me encontré con lo que esperaba encontrarme. En apenas cincuenta minutos contabilicé siete polvos (lo mismo se me escapó alguno) todos ellos con maromos impresionantes y señoras guapísimas y modernísimas, con tal de dejar de lado la idea de las bolleras camioneras, esas que para este tipo de series no existen. Y poco más. La premisa argumental es una bobada, una especie de maldición que le lanza una bruja a su futuro esposo cuando lo pilla siendo sodomizado por su impresionante mayordomo (y lo digo por dimensiones, que quede claro), que hace que el futuro marido vuelva ciento cincuenta años después a ser joven y a tirarse a todos los que pille, mientras busca formas de venganza contra la bruja, que también anda por ahí. Todo ello en la misma casa donde vivían antes, el Hotel Dante, una especie de residencia para gays (porque por supuesto, todo el que dice no serlo terminará tirándose a alguien de su mismo sexo en algún momento, si no al tiempo), en un pueblo, Dante's cove, que debe ser el sitio con mayor porcentaje de población homosexual del planeta. Y es que lo de la normalización a los guionistas de estas series debe sonarles a arameo... bueno, si hubiera guionistas, cosa que no parece.

Dicho argumento sirve para lo ya dicho, una sucesión de desnudos, escenas sacadas de anuncios publicitarios protagonizadas por modelos que no saben actuar, y polvos que, más allá de los desnudos, no funcionan como tales porque son tan estáticos que no parece que estén follando, y mensajes pseudomoralistas y pseudonormalizantes (en este caso, la posibilidad de formar pareja estable y fiel en lo sexual en el mundo gay, es decir, si folla con otro es por un encantamiento... hay que joderse). Y ya está. Las estampas en la playa quedan muy bien para anuncios de colonia, pero para series de televisión hace falta más.


Como no podrá ser de otra manera, cuando además ya se le está dando publicidad desde sitios "oficiales" (y con eso me refiero a Zero), la pondran en alguna televisión "progre" (llámese Cuatro) a las dos de la mañana de aquí a no mucho, y todas las maricas del país la grabaremos para poder fantasear con los maromos al día siguiente... si ya nos conocemos.
Porque por supuesto, yo pienso seguir viéndola. No porque tenga la más mínima calidad, sino porque cumple con la función que tiene en el fondo, que es alegrarnos la vista. También hay que tener en cuenta que me tragué todos y cada uno de los capítulos de Queer as folk y de Buffy, con lo que de mi no se puede esperar otra cosa. Sobre todo si tenemos en cuenta a Charlie David, uno de los protagonistas, de quien son la mayoría de las fotos que pongo en el post, y que es el único que en la primera temporada parece un hombre de verdad y no un animalito de gimnasio. Una pena que en las siguientes pierda todo ese encanto (incluida la barba) según he podido ver en unas fotos que no pondré aquí... en fin, que sigo prefiriendo al fontanero de Mujeres desesperadas (a ver si este año hay suerte y por fin me lo traen para reyes), pero como me voy a comer lo mismo...



P.D.: Si alguien cree que la función de este post es poner fotos de Charlie David... tiene razón. Algo se logra aprender viendo estas cosas.

lunes, 25 de agosto de 2008

Dogma

Dogma (Kevin Smith, 1999)


A veces repasar la filmografía de algunos directores resulta desolador. Es el caso de Smith, un director que había dado señales de grandiosidad cuando dirigió su primera película, Clerks, tuvo un pequeño bache del que salió airoso con Mallrats (y es que parece que contratar a Shanen Doherty tiene sus riesgos) y se recuperó con creces con la magnífica Persiguiendo a Amy (si bien hace mucho tiempo que la vi, debería repasarla), para comenzar a caer con Dogma, y seguir cayendo y cayendo... hasta no saber dónde.
Porque Dogma no es especialmente buena, pero funciona. Y funciona porque el que la escribe y dirige tiene buenas ideas. En momentos determinados resulta francamente genial, como la aparición de Janeane Garofalo, en el papel de judía trabajadora en una clínica abortista, cuando llega a la misma y, para conseguir librarse de los antiabortistas exclama “¡Ostia puta, el Papa!”. El problema es que esa genialidad se limita a situaciones concretas, y no terminan de inundar un metraje que resulta excesivo a todas luces.
Y es que la historia de los ángeles Loki y Bartleby, esos que quieren regresar al mismo cielo del que fueron expulsados ( “¿Les envió al infierno?” “Peor, a Wisconsin.”), y a quien Bethany (qué guapa es Linda Fiorentino aunque tenga cara de no haberse acostado en quince días) tiene que detener con la ayuda de Jay y Bob el silencioso entre otros, se complica demasiado para una película de estas características. Quizá uno de los problemas de Dogma es que hay demasiada gente a la que dar protagonismo, y es que, aparte de Ben Affleck, Matt Damon, la ya mencionada Fiorentino, Mewes y Smith (Jay y Bob), aparecen Rufus, el supuesto decimotercer apostol (Chris Rock), Serendipity (Salma Hayek, en el papel de musa), Azrael (el demonio interpretado por Jason Lee), el Megatron (Alan Rickman como la Voz de Dios, tipo de ángel de vuelta de todo que conforma quizá el mejor personaje de la película)... y demasiada gente para darle cabida en una historia a la que dos horas le vienen bien largas.


Todo ello a pesar de los hallazgos, a pesar de las reflexiones sobre las religiones, tan presente en el cine de Smith, a pesar de una primera escena, esa la desvelación de esa “reforma” del catolicismo llamado el “Catolicismo guay” y su figura fundamental, la que sustituye al crucificado, el “Jesucristo colega” (todavía recuerdo las carcajadas que pegamos en el cine yo y la amiga que me acompañaba). Porque a mi el cine de Smith, en ese sentido, me recuerda mucho al de otros grandes obsesionados con la religión (Buñuel, Allen...) lo que hace que las comparaciones sean odiosas a pesar de que no tiene nada comparable, porque el cine de Smith no tiene comparación con el de ninguno de estos genios. Quizá el cine más parecido sea el de John Hughes, salvando las muchísimas distancias. Un cine al que hace muchísimas referencias y del que parece su hermano cafre, solo que con mucho más talento.
Porque talento hay, por más que a veces no se note. Y es que lo fundamental en esta película es la irregularidad, que es el problema básico del cine de Smith, mezcla de escenas y, sobre todo, diálogos memorables con otros bastante mediocres. Ahí precisamente es donde creo que pierde. Y puede perder mucho. En esta película no tanto, pero es un avance de las siguentes. Y es que hay caídas que parecen imparables. Aunque algunos tengamos la esperanza de que se vuelvan a recuperar.
Por cierto, y como última nota: me encanta la escena en que Dios (no revelaré quién lo interpreta, por si alguien no la ha visto) aparece. Dios no habla, sólo actúa, y Jay le pregunta: “¿Qué coño es esto, El Piano? ¿Por qué coño no habla esta tía?”.


domingo, 24 de agosto de 2008

Zelig

Zelig (Woody Allen, 1983)


Woody Allen es uno de los grandes, quizá de los más grandes en activo. Y esta película es quizá una de las más originales y divertidas que ha hecho. La historia ficticia de Leonard Zelig le dio muchas alegrías entre la crítica, aunque pobres resultados en taquilla, como parece que a él le gustaba. Me parece una pena que para seguir dirigiendo se le exijan esos buenos resultados en taquilla, cosa que hace que últimamente se meta en proyectos donde recurra a lo fácil, y deje de inventarse historias como esta, mucho más de agradecer.
Allen crea un falso documental mezclando imágenes de archivo,
música de archivo, falsas entrevistas (incluso de Bruno Bettelheim, prestigioso psicoanalista para los no entendidos, cosa que me recuerda que tengo algún libro suyo pendiente) y grabaciones para la película tratadas para que parecieran coetáneas de las antiguas, acerca del personaje de Zelig, un extraño hombre que tiene la capacidad de mimetizarse totalmente con el entorno, tanto que es capaz hasta de cambiar de color de piel y de rasgos físicos. Esa capacidad mimética que Zelig tiene para intentar pasar desapercibido y ser aceptado por el ambiente (que es la base fundamental de la mimesis, si no, que me lo digan a mi) le hace, muy a su pesar, convertirse en mono de feria para una sociedad ávida de novedades, y en gran estrella de los años 20. Cuenta además la historia de amor entre Zelig (Allen) y su psicoanalista, Eudora Fletcher, una Mia Farrow menos insoportable que habitualmente gracias a que, en base a la documentalidad, casi no se la escucha y todo lo que se ven son fotos o retazos de supuestas noticias grabadas (a mi es que Mia Farrow...). Y sirve además para realizar un estudio de la sociedad de los años 20, esa época dorada hasta el crack del 29, y del inicio de los años 30, con la llegada del fascismo.


Todo ello mezclado con los mismos temas que trata siempre Allen (el judaísmo, la tiranía, la hipocresía, el jazz, las religiones en general, el psicoanálisis, la medicina...) en el mismo tono satírico y absurdo al que nos tiene acostumbrado. Solo que de otra manera. Algunas de las supuestas grabaciones de las entrevistas de Fletcher-Zelig son soberbias, toda la historia de la hermana de Zelig es divertidísima, y la escena en el palco con el Papa es otra prueba de que los golpes en el cine son estupendos cuando se saben rodar (cosa que llevo diciendo...). En resumen, lo mismo pero de otra manera. Y eso sin contar el tratamiento de las imágenes, los fotomontajes... antes de que el photoshop lo manejara media humanidad, cosa que tenía mucho más mérito.
En fin, que hacía mucho que no la veía y la volví a ver ayer. Y me entraron ganas de postear todas las de Allen, y estoy consiguiendo alguna que hace tiempo que no veo, y... espero que no llegue el momento de hacer un monográfico porque este blog puede pasar a ser mucho más aburrido de lo que puede resultar ahora.


jueves, 21 de agosto de 2008

Amy en internet

Escape from rehab/When will Amy Winehouse die?


Amy es mucho, y da para mucho. La última es la creación, por parte de los artífices de Disasters movie, de un videojuego llamado Escape from rehab. Todo es una campaña publicitaria para la película, pero hay que reconocer que es ingenioso. El problema de la Winehouse es haberse convertido con veintipocos años en una caricatura de sí misma, cosa que es aprovechada por cualquier desaprensivo para burlarse de ella, y queda en la sombra la gran artista que es.
En el caso que nos ocupa, el juego, que por otra parte es mínimo (sólo tiene tres niveles bastante cortos), consiste en conseguir que Amy logre escapar del centro de rehabilitación y reunirse en la cárcel con su marido. Para ello tendrá que luchar contra robots, contra Batman, contra Carrie Bradshaw... usando para ello sus uñas en distancias cortas, lanzando botellas de whisky, jeringuillas y pipas de crack, o el "superataque taconazo" , espectacular pero limitado en su uso.
Aún así, los hay peores. Hay una página , When will Amy Winehouse die? donde, a cambio de una Play 3, pueden hacer sus apuestas acerca de cuando esta gran artísta y mayor yonqui estirará la pata. Lo hicieron antes con Britney Spears, y, además de poner la fecha de muerte, pueden dedicar condolencias. A mi esto ya me parece de excesivo mal gusto.

miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Qué fue de Baby Jane?

¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962)


Independientemente de lo que hiciera antes y después su director, aquí estamos frente a una de esas películas de actores. Y sobre todo, estamos ante una demostración de poderío de Bette Davis. Joan Crawford también está soberbia, pero reconozcamos que si por algo pasará a la historia esta maravilla del suspense es por el personaje que crea y con el que se recrea la Davis.

Prototipo de juguete roto, Baby Jane es una de esas niñas que encandilan cuando pequeñas y se convierten en divas en su infancia, para terminar dando dinero a sus padres, que son los principales beneficiados de la presencia de niños prodigio, como siempre. Pero Jane tiene una hermana mayor, Blanche, que se hará actriz, y que conseguirá arrebatarle una fama que Jane había dejado de tener. Jane es rencorosa como sólo ella puede serlo, y planea venganza contra su hermana, venganza por quitarle la fama que ella tenía, hasta el punto de propiciar un accidente que deja a su hermana parapléjica, y que servirá para que ella ejerza su “cuidado”, maltratando sistemáticamente a la maltrecha Joan Crawford.


Davis, además de pelearse (y según se comenta, de qué maneras) con la Crawford, construye un personaje patético en exceso, ridículo en ocasiones y tremendamente desasosegante para el que lo ve. El personaje de esa niña que ha crecido, que ya es mayor, y que quiere volver a recuperar la fama de su infancia como si fuera una niña todavía. La escena de la contratación del pianista donde Davis canta I've written a letter to daddy es a la vez patética y aterradora. Y sólo es una de ellas. El resto es casi que peor.


martes, 19 de agosto de 2008

eXistenZ

ExistenZ (David Cronenberg, 1999)


No se si podré ser breve. Con esta película creo que me va a costar, como con todo el cine de Cronenberg, otro de esos directores apasionantes y que algunos asociamos casi directamente con otro de los grandes, Lynch (¿o no, Justo?).
Quizá sea porque Cronenberg, igual que Lynch, tiene un universo personal, no transmisible, por el que, haga lo que haga, todo lo que filme sólo le pertenece a él. Y puede hacerlo rodando películas sobre óperas, intrigas de orden psicológica, estudios sobre la sexualidad o experimentos en lo fantástico, que es lo que intenta hacer aquí. Pero a diferencia de Lynch, y por eso Cronenberg gusta más, sus películas son aparentemente realistas, aparentemente coherentes y aparentemente, y sólo aparentemente en muchos casos, seguidoras de una trama más o menos lineal. Claro que aquí la linealidad brilla por su ausencia.
Todo parte del intento de asesinato de Alegra Geller (Jennifer Jason Leigh), creadora de eXistenZ, un juego futurista, último eslabón de realidad virtual, por medio de los “realistas”, un grupo defensor de la realidad real. Estamos en un futuro indefinido, estamos en un juego, eXistenZ, que está a medio camino entre la realidad y la fantasía, un juego que está a medio camino entre la vida y la muerte. Un juego cuyo receptáculo está vivo, una vaina proveniente de unos anfibios que se conecta a un “biopuerto”, herida en la piel en el que conectar a un sucedáneo de placenta, la vaina del juego, por medio de un cordón umbilical que dará vida a los jugadores, una nueva vida para aquellos cuya vida real no les satisface. Un cordón umbilical que da vida a quien no la tiene.


Haciendo énfasis en planos cortos que siguen definiendo y fotografiando el cuerpo como pocos pueden hacerlo, eXistenZ es, ante todo, una metáfora de la vida y de la muerte. De cómo empieza la vida y cómo se puede terminar con ella. Porque la vida en eXistenZ, como en la real, comienza con una penetración. Esa penetración en el cuerpo a través de la médula espinal para conectar el "biopuerto". Esa penetración por la que se nos inserta un cordón umbilical que nos dará vida, una nueva vida, por medio de una membrana que nos comunicará con la vida que uno quiere vivir. Y esa penetración que conlleva el sexo, ese sexo que está presente en todo el metraje de forma larvada y tiene su máxima expresión en la escena en que Jude Law, acompañante de Leigh en su huida de los realistas, queda fascinado por el biopuerto de esta e introduce allí su lengua, preámbulo claro de una tensión sexual dentro de la trama, y elipsis del acto sexual oral en sí mismo.


Aunque podríamos ahondar en mayores complicaciones inconscientes, en análisis de corte psicoanalítico, lo dejaremos para mayores profesionales, porque aquí se trata de dar retazos. Y porque, en realidad, e independientemente de todo lo que se pueda decir, lo más importante de cara al visionado de la película es que eXistenZ es un juego en sí. En una vuelta de tuerca a la metalingüística cinematográfica eXistenZ nos sitúa a los espectadores en el juego, ese mismo juego que se llama eXistenZ, dando vueltas a una trama que consigue que nosotros mismos lleguemos a un punto en el que, como los jugadores de eXistenZ, no podemos distinguir lo real de lo ficticio, la realidad de eXistenZ. Porque al final los que estamos jugando a eXistenZ somos nosotros.


lunes, 18 de agosto de 2008

Spiderman 3

Spiderman 3 (Sam Raimi, 2007)


Resumiendo: demasiada trama para tan poco metraje. Es curioso cómo el director de joyas como El ejército de las tinieblas ha quedado para realizar de forma medianamente talentosa producciones que podrían habérsele encargado a cualquiera. Lo único que se consigue así es que se hagan películas mediocres, y no tan malas como las de Los cuatro fantásticos.
Da mucha pena que uno de los personajes más atrayente de toda la imaginería Spiderman, concretamente Venom, sea tal y como se presenta en esta peli, desaprovechando algo que podría haber dado para una parte entera, y no para mezclarlo con un patético hombre de arena, con el duende junior, con la historia de amor de Spiderman y Mary Jane... con partes de la primera parte que vuelven, y con efectos especiales, que es lo que se esperaba.
Al final queda una película decente, salvable porque la dirige alguien que sabe dirigir cine, y porque contiene unos personajes que están dentro de toda la imaginería de varias generaciones, lo que hace que algunos la veamos con buenos ojos.
No obstante, la historia de amor sobra, todo el escaso desarrollo de los personajes tiene un tufo bastante kitsch, y se desaprovecha lo que hay, ya lo he dicho. Pero da sus frutos económicos, que era de lo que se trataba. Pues que les aproveche.


domingo, 17 de agosto de 2008

Final Gimnasia Artística por aparatos

Final por aparatos Gimnasia Artística. Juegos Olímpicos Pekin 2008. Primera jornada.

Las siguientes no se si las voy a comentar, porque ya me las han cambiado de lugar de emisión y además yo por las mañanas trabajo. El caso es que la de hoy la he visto, como siempre, para escuchar los espectaculares comentarios de la gran Paloma del Río, a la que desde este humilde blog, me estoy planteando hacer un club de fans.
Dado que he hecho un resumen, lo postearé aquí, sobre todo po
rque gracias a wikio, que metió mi anterior post de la gimnasia como uno de los artículos que salen en su primera página, el contador de visitas de este blog está encantado. Con lo que, además de las “perlas” de Paloma, daré impresiones propias.



Suelo masculino
. Oro: Zhai Kou; Plata: Gervasio Deferr; Bronc
e: Anton Golotsutskov.


Pues bien, Paloma el otro día no paraba de quejarse del patriotismo chino, pero eso no le impidió empezar a quitar méritos a los competidores de Deferr, porque ella chovinista no es. Nada más salir Marian Dragulescu, en una impresionante diagonal, apostilló: “Brutal la entrada... bueno, Gervasio tiene otra parecida.” Dragulescu falló, como han fallado hoy casi todos los favoritos, en el caso de suelo, el brasileño Diego Hypolito, que cayó en la última diagonal “Adios”, dijo Paloma, “Fíjense la cara de desolación... Pobrecillo... Ha perdido la medalla en la última diagonal” seguía para dar ánimos al brasileño o algo. A Zhai Kou, a mi parecer, le hincharon un poco la nota, pero Paloma no dijo ni “Uy”. Eso sí, no el faltaron piropos y gracias para Fabian Hambuchen: “No ha hecho buenos juegos” “ahí va” y, viendo que no había fallado, en la última diagonal “Vamos a ver”. El gran damnificado, sin embargo, en esta prueba fue Alexandr Shatilov: “Ha abierto las piernas dos veces... tres... y ahora le van a sacar bandera.... y ahhh!!” “Llegar a una final de los JJOO para hacer esto...”
Independientemente de los comentarios de Paloma, y de su patriotismo, Deferr obtuvo la plata por un ejercicio correcto donde no falló, y por los fallos de sus competidores. A mi se sigue encantando la gimnasia de los japoneses, pero a los jueces y a Paloma no debe parecerles lo mismo. Uchimura realizó un ejercicio elegantísimo, espléndido y sin ningún error, y a pesar de eso, quedó quinto.


Salto femenino. Oro: Un Jhon Hong; Plata: Oksaka Chutsovitina; Bronce: Fei Cheng.

La gran favorita, Fei Cheng, cayéndose, acabó tercera. Eso da idea de cómo ha ido la competición. Para regocijo de Paloma, su querida Pavlova le dio motivos más que suficientes para que por su boca salieran cosas como “Pavlova sonriendo, eso es noticia” “ha puesto las manos... eso es penalización de 0'10” “le ha fallado media pirueta” y, sobre todo y ante todo, marcó un salto y realizó otro, lo que le acarreó un 0 en el último salto.
Sin embargo, hay algunas que les cae peor, como Chutsovitina (33 años) a la que presentó como “la eterna... medalla de oro en salto en Barcelona 92” “imagino que llegará un momento en que se retirará... digo yo” “se puede llevar una medalla aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, que ha fallado Pavlova y ha fallado Fei Cheng” “Puede ser la madre de todas ellas” “De alguna de ellas seguro”.
Y finalizó con Carlota Giovaninni, que cayó de rodillas mientras realizaba en salto “Korkina”: “lo hacía mucho mejor Korkina”.
Mucha caída, incluidas las favoritas, que deslucieron bastante una competición en la que, efectivamente, la “viejuna” Chutsovitina ganó la plata.


Caballo con arcos. Oro: Xiao Quin; Plata: Filip Ude; Bronce: Louis Smith.

Todos los ejercicios parecidísimos, y una notas notas a todas luces rarísimas (que me expliquen a mi qué hizo mal Hiruyoki Tomita o qué fue lo que hizo mejor Louis Smith que Tomita o el campeón olímpico Yang Wei para que le dieran medalla y a ellos no). A Paloma le pone Xiao Quin, y se dedicó a comparar los ejercicios de todos los demás con el que iba a hacer él. Yo creo que Paloma esperaba que saltara sobre el caballo, echara a volar y volviera haciendo molinos... porque yo no vi tanta diferencia. Si que fue mejor que sus competidores, pero otro gallo hubiera cantado si Alexander Artemev no se hubiera caído en el ejercicio más vistoso de todos los que se realizaron.
El venezolano José Luis Fuentes fue su fuente de preocupación hasta que pasó lo que ella dijo que iba a pasar: “Lleva muy baja la cadera, a poco que roce...” y se cayó. “A veces pienso que para qué diré las cosas” Y es que ella también es consciente de que es gafe.
Lo único que no me pareció, la medalla de plata para Smith. Ejercicio correcto, pero no de medalla (tanto Tomita como Yang Wei me parecieron mejores), con algunos fallos y desequilibrios. Lo mejor de Smith ha sido él mismo, guapo, con una boca y un tatuaje en la espalda, del que también se apercibió Paloma (“celebrando su medalla... ¡vaya tatuaje que lleva en la espalda!”), que justificarían las fantasías sexuales de un montón de pervertidos (entre los que, por supuesto, me encuentro).


Suelo femenino. Oro: Sandra Yzbasa; Plata: Shawn Johnson; Bronce; Nastia Liukin.

En definitiva, las yanquis han salido beneficiadas, sobre todo la bastísima Shawn Johnson, una de las preferidas de Paloma (“qué potencia" “ simpática, agradable, saluda a todo el mundo”), por los errores de las otras favoritas. El por qué Johnson ha obtenido más nota que la elegantísima Liukin, además, es algo que sólo sabrán los jueces. Lo cierto es que Fei Cheng, que partía como favorita absoluta, se cayó, acabando con sus posibilidades, o, como bien retransmitió Paloma: “Adios, se acabó... se a-ca-bó” “pobre, lleva una tarde horrorosa, no como España que lleva una tarde estupenda”. Jiang Yuyuan salvó la tarde, pero se quedó sin nada, y Pavlova volvió a fallar. Yo creo que Paloma le tiene hecho vudú o algo: “A ver si remonta... iba a decir una barbaridad pero no la digo... la bobada que ha hecho en salto” “Adios, Ana Pavlova... con lo bien que iba” “¿Cómo se quitará el maleficio de fallar siempre en las grandes ocasiones”... pues que lo diga ella.
Por cierto, de todo lo de suelo, me quedo con las perlas dedicadas a la brasileña Daiane do Santos, que dejan bien claro que hay muchos españoles que no caen en los topicazos: “a las brasileños les ha faltado siempre una medalla” “miren lo que hace... es una burrada, hay que tener unas piernas más que de bailar samba...”

Y poco más, mañana tres y pasado otras tres. Programaré la grabación y rezaré porque no la cambien en el último momento.


P.D.: Siguiendo con las olimpiadas y en otro orden de cosas... por muy pijos que sean ¿Soy yo o los de Hockey sobre hierba están buenísimos?


INLAND EMPIRE

INLAND EMPIRE (David Lynch, 2006)


Estamos probablemente ante la marcianada más marciana del que probablemente sea el director más marciano del actual panorama fílmico. Y me explico.
Si Lynch es Lynch, y todo lo que hace, aunque no lo parezca, se parece a Lynch, esta es una película puramente lynchiana, y más lynchiana que ninguna. De Lynch toma a Laura Dern, coproductora, para retrotraernos Corazón Salvaje, la fotografía expresionista para recordarnos a Carretera perdida, a Justin Theroux (qué guapo es el hijoputa) para que no nos olvidemos de Mullholand Drive, los números musicales para que tengamos en mente Terciopelo azul, la cortina roja que rememora Twin Peaks... y así todo el metraje del film.
Difícil, extraño y extravagante, Lynch realiza un estudio del cine dentro del cine a través de una grabación (en Polonia) con cámara digital y donde, seamos francos, lo que menos importa es ese estudio, porque simplemente sirve como pretexto para que su director realice juegos de cámaras, experimente con la técnica y una elementos sin aparente cohesión en una obra que sin embargo, y a pesar de no seguir aparentemente ningún tipo de hilo conductor, resulta en su amplia (casi tres horas) totalidad francamente coherente. Y es coherente a pesar de no tener ese hilo conductor que ya he dicho, a pesar de no tener argumento definido, a pesar de intentar dar explicación a lo que no lo tiene, a pesar de hilar imágenes que nada tienen que ver entre ellas, a pesar de unir historias dispares, a pesar de que nada es lo que parece, a pesar de que nada parece lo que es.


Como todo el cine de Lynch, y especialmente esta, la película es para ser disfrutada desde lo puramente sensorial. La interpretación de Dern es sublime, cosa que influye enormemente en esto. Porque lo que nos da, y lo que nos transmite INLAND EMPIRE (con mayúsculas, porque es así, no me pregunten por qué, porque no tengo ni idea) es desasosiego, el mismo que sufre su atormentada protagonista. Lo que cuenta, como en el resto de historias de Lynch es lo de menos, porque de lo que aquí se trata es de sentir. Y vaya si se siente.
Aclaro, igual que en Carretera perdida, pero ahora más. A los incondicionales les apasionará, a los que no lo son tanto, puede que no les guste, pero si decididamente Lynch no es vuestro (y, por ejemplo, Terciopelo azul o Twin Peaks os resultaron agobiantes) no os molesteis, no os va a gustar.

sábado, 16 de agosto de 2008

Criaturas celestiales.

Criaturas celestiales (Peter Jackson, 1994)

Aunque en realidad las que he visto últimamente son las tres de los anillos, me viene a la cabeza esta, quizá no la mejor obra de Jackson pero, con mucho, la más arriesgada y fascinante, independientemente de la atracción que algunos podamos tener por Tolkien (que en mi caso, es mucha).
Basada en un hecho real, Jackson, sin embargo, elabora un cuento macabro siniestro y perturbador en base a la historia de dos chicas que se encuentran, quieren ser amigas (o algo más, en lo real nunca se supo, aunque en la ficción se de por hecho la relación homoerótica) y no les dejan. Hasta el punto en el que llegan a inventarse una serie de mundos paralelos donde ellas pueden ser, mundos fantasmáticos que las ayudan a poder seguir
estando en el real. Pero tanto se evaden de esa realidad por medio de la fantasía que llegan al punto de no poder distinguir la una de la otra, y cometer un crimen que cambiará sus vidas... únicamente para poder seguir estando juntas. Hace años la presenté en un videoforum bajo el título de Historias de amor y muerte. Como la mitad de lo que escribo, no se dónde fue a parar, pero ese título refleja lo que cuenta Jackson en esta película. La historia de dos amigas/amantes que harán todo lo posible por su amor, aunque eso las lleve a la cárcel, y a la condena ejemplar, tras su liberación, de no poder volver a verse nunca más.


Como ya he dicho es fascinante, tanto en su planteamiento como en sus formas como en su contendido. Sirvió para que algunos descubriéramos a Kate Winslet, aunque su compañera de reparto, Melanie Lynskey, realizara también una interpretación soberbia. Sirvió para que Peter Jackson saliera del cine de entretenimiento y demostrara lo que puede hacer. Sirvió para contar una historia de amor preciosa y trágica. Y contiene uno de los crímenes más atroces y escalofriantes que jamás se haya visto en un cine. Eso sin contar con la historia real, que en sí misma es como para poner los vellos de punta.


viernes, 15 de agosto de 2008

Final Individual Gimnasia Artística Femenina.

Final Individual Gimnasia Artística Femenina (Juegos Olímpicos Pekin 2008, La 1)


No pensaba decir nada de los JJOO, pero no me puedo resistir. A mi la gimnasia artística me gusta, más la masculina que la femenina, aunque no tengo demasiada idea. Y como ya me había perdido las finales por equipos y la individual masculina, decidí grabar la femenina para ver a las chinas en asimétricas y, sobre todo, poder reírme a gusto con la retransmisión. Y es que aquí no vamos a hablar del deporte, sino de cómo nos lo enseñan.
No sabemos si cosa de Pekín o de Rtve, las retransmisiones de determinadas especialidades son castigadas a horas intempestivas y cortadas sistemáticamente por la publicidad. El domingo, creo que fue, durante la retransmisión de los saltos sincronizados femeninos nos dejaron sin ver algunos de los de las medallistas (impresionantes las chinas) para poner anuncios de bebidas energéticas en Teledeporte. En la retransmisión de anoche a punto estuvieron de hacer lo mismo con la Teletienda, pero no llegaron. El por qué es muy simple, en Rtve le tienen miedo a la comentarista, y como para no tenérselo.
Es la de toda la vida, creo que se llama Paloma del Río, y siempre me fascinó porque lo hace todo mucho más divertido. Como no puede ser jueza, ella juzga desde el micrófono y verbaliza sin ningún tipo de piedad todas y cada una de sus impresiones. Tiene comentarios habituales como "Tsss", "¡Qué mal!" o "¡Uy!", pero en cada competición que le escuchamos, lanza dardos contra todo lo que no es lo que a ella le parece bien.
Hoy empezó con una gimnasta rusa. Después de alabar el que no usaran "calleras" en asimétricas ("..tienen que tener las manos como ladrillos..."), decidió que ya había cumplido con lo bueno y se dedicó a recordarnos que Pavlova "Todavía no ha hecho una competición redonda" "siempre se queda a las puertas" "Tengo ganas ya de ver una competición redonda de Pavlova, porque siempre falla en algo".
Como Pavlova se estaba comportando (y de hecho, en mi ignorancia pienso que la han puntuado por debajo de lo que se merecía), les tocó el turno a las chinas. La cosa es que la comentarista quería que ganaran las yanquis (que ganaron, y además eran muy buenas) y, como en asimétricas las chinas fueron mucho mejores (como siempre desde que se fue Korkina), arremetió contra ellas en barra. Es cierto que a Yang Yiling, finalmente medalla de bronce, le hicharon un poco la nota (pero tampoco una barbaridad, la chiquilla lo hizo bien aunque el ejercicio no fuera brillante) , y ahí empezó, sobre todo contra los jueces ("Estos se han dado un golpe en la cabeza..."), aunque también contra las chinas en general ("han venido los Reyes Magos para las chinas"), terminando, tras el ejercicio de Liukin, finalmente medalla de oro, amenazando (y ahí es donde digo que esta señora da miedo) "Le llegan a dar menos que a la china y bajo y les doy".
En la última rotación (suelo para el grupo de "las mejores") volvió a lanzar dardos como "aquí un factor fundamental es el factor casa", y a arremeter de nuevo contra Pavlova "A ver si remata bien pero, como siempre, se va a quedar a las puertas". Como ganaron las yanquis y a "la china" no la puntuaron demasiado bien, terminaron los exabruptos.
Por si no fuera suficiente, y para que no nos aburramos entre ejercicio y ejercicio, además, se dedica a contarnos quién se cae, quien falla, y las desgracias personales de las unas y las otras.
Aclaro, no es que sea una novedad el que esta señora haga esto, es lo que hace siempre, tanto aquí como en la mariconada esa de las bolas y las cintas (que también llaman gimnasia, y que yo no me tragaría si no fuera por ella) y en patinaje (sus comentarios acerca de los vestuarios de los patinadores tampoco tienen desperdicio), que también retransmite. Y es que ya está mayor y muy pasada de olimpiadas y campeonatos. Menos mal que no la escuchan fuera de España, porque si no, acabarían la mitad suicidándose.
Próxima cita: domingo, lunes y martes, a las 12:00 hora peninsular, por La 2, finales de aparatos. Yo lo pienso grabar.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Vaca y pollo (I): Vaca puede salir a jugar

Vaca puede salir a jugar (Vaca y pollo)
Mientras espero a terminar de conseguir todos los episodios de esta serie, momento en el que prometo escribir un post algo más extenso y completo, rememoro en mi cabeza el primer capítulo que pude ver de la misma, capítulo que me encontré un día en La 1 hace ya como diez años, y con el que, aparte de no parar de reír, conseguí hacerme absoluto fan de una serie supuestamente infantil cuando yo ya había superado la adolescencia. Y es que después de verlos todos me sigue pareciendo de los más divertidos. Rojo, esa especie de demonio que aparece y desaparece en las aventuras de nuestros dos protagonistas, quiere jugar con Vaca, y va a su casa para ver si ella quiere jugar. Ella le contesta que su madre le ha dicho que no juegue con extraños "y tú eres muy extraño". Rojo cree que si vaca no tiene a nadie con quien jugar, lo hará con él, y secuestra a toda la gente del mundo metiéndola en una autocaravana, así como emplea múltiples disfraces para conseguir su objetivo. Ante la persistente negativa de Vaca, Rojo confiesa su artimaña, con lo que su deseada amiga de juegos se convierte en Supervaca y saca a toda la gente del mundo de la autocaravana donde estaba secuestrada mientras pasan por encima de Rojo, que se pregunta cómo Vaca y Supervaca nunca están juntas. Absoluta maravilla del absurdo, como casi toda la serie, logra aunar un argumento ya de por si pasado de vueltas con un planteamiento loquísimo para hacer reír durante seis minutos a todo el que tenga un poco de sentido del humor. Ya he dicho que haré un post más largo en otro momento. Así que me resistiré a seguir escribiendo ahora. Por más que me cueste.

lunes, 11 de agosto de 2008

Crash

Crash (David Cronenberg, 1996)

Polémico Premio especial del Jurado en Cannes, esta Crash que, me temo, nada tiene que ver con la oscarizada película de 2004, es un viaje a lo más profundo de la perversión humana, y lo es porque analiza lo más profundo de la perversión dentro de un ámbito tan íntimo como es la sexualidad.


Basada en una novela de J.G Ballard, cuenta la historia de un hombre, del mismo nombre que el escritor, James, casado con una guapísima mujer, Catherine (espectacular Deborah Kara Unger), dentro de una relación de pareja en la que logran excitarse sexualmente a base de relatarse sus relaciones extramatrimoniales con extraños. Así comienza lo que no deja de ser una historia de amor. Y es que estos dos personajes se quieren y siguen queriendo desearse, por más que para ello tengan que buscar alicientes en otras maneras de vivir el sexo.
Esas otras maneras llegan a entrar en lo perverso cuando, tras un accidente de coche de James, entran en contacto con un grupo de fetichistas de los accidentes y las cicatrices, cuyo líder, Vaughan, no deja indiferente a ninguno de los dos. Comienza así lo que ya había comenzado como un estudio de la sexualidad humana en una vertiente poco convencional y muy peligrosa, que levantó estómagos en su momento y los seguirá levantando más de diez años después.
Y es que todos nos podemos ver reflejados en esa búsqueda del placer que establecen todos estos personajes, por más que esa búsqueda sea sumergiéndonos en lo más profundo de nuestro inconsciente, allí donde los instintos campan a sus anchas. De ahí la fuerza y la capacidad repulsiva de esta cinta, que sin embargo Cronenberg rueda con elegancia y acertado sentido de la estética.
Coetánea de esa otra gran obra que es Carretera perdida, Cronenberg
, al igual que Lynch, da una tremenda importancia al cuerpo. Pero mientras que Lynch lo utiliza de forma puramente estética, Cronenberg lo usa para que podamos observar lo mismo que fascina a sus personajes. Todo ello gracias a unos primeros planos que hicieron que más de uno se saliera de la sala de proyección (las piernas de Rossana Arquette son difícilmente olvidables), pero que permiten acercar una historia que, en manos menos hábiles, hubiera quedado más fría, mucho más agradable a la contemplación, pero mucho menos fiel a su contenido.


Quizá otra de las cosas admirables de esta película, pero que también contribuya a la creación de animadversiones, es que Cronenberg no juzga en ningún momento a los personajes. Eso es algo que muchas veces olvidan los directores. Cronenberg muestra, como una forma más de posibles interelaciones, las que se establecen entre todos los personajes, y nos deja a los espectadores la capacidad para decidir lo que nos parece, pero sin indicarnos en ningún momento lo que es o no permitible, y sin que podamos entrever en ninguno de ellos ningún rasgo de malicia que pueda hacer que los rechacemos. Y ahí está gran parte del poder de este film para lograr la identificación.
Y vuelvo a hablar de identificación porque, por más que lo neguem
os, la hay. El sexo como instinto está unido a ese otro instinto fundamental que es la agresividad, y se pone de manifiesto en mayor o menor medida en una relación sexual que, en esencia, es agresiva, como demuestra el simple hecho de la penetración. Que en nuestra vida habitual la agresividad quede ahí o vaya a más es algo que decidimos nosotros de forma consciente, pero en lo fantasmático lo agresivo está unido a lo sexual de forma casi indisoluble. El problema lo podemos tener cuando lo unimos a lo sexual de forma consciente y no sólo como parte del acto, sino como forma de conseguir la excitación. Ahí es donde llega esta película, con toda la crudeza necesaria y sin ningún tipo de traba.
Puestos a realizar confesiones íntimas, aunque sean en base a conceptos teóricos, y a pesar de que se me pueda tachar de perverso, reconozco que la escena donde James penetra analmente a Catherine mientras ambos van comentando las fantasías homosexuales que a James le inspira Vaughan, me parece una de las escenas más eróticas que he podido ver nunca en ninguna pantalla. Y para que conste, dejo un fotograma.


domingo, 10 de agosto de 2008

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (Pedro Almodóvar, 1981)


No se por qué el otro día me acordé de esta película, que lo cierto es que hace bastante que no veo. Aunque no es necesario, me la se de memoria. Y se me ha ocurrido inaugurar reseñas a Almodóvar con ella. No tengo de momento intención de hacer un monográfico, aunque ya se me está pasando por la cabeza... intentaré evitarlo.
Primera película del manchego, heredera absoluta del cine underground, además de para lluvias doradas interpretadas por adolescentes (la edad real de Olvido Gara fluctúa según se lea en un sitio u otro y tardó dos años en rodarse en base a problemas en financiación y rodaje) atesora ideas originales, muchas de ellas absurdas, de manifiesta genialidad, por más que el resultado, una sucesión de esketches hilados de cualquier manera, no esté a la altura de muchos de sus momentos. Carmen Maura demostró lo buena actriz que es metida en el papel de esa Pepi, musa casi de la movida, violada por un policía que le arrebatará el himen que pensaba vender al mejor postor, en un personaje divertidísimo y lleno de sensatez. Eva Siva no daba más de si, y Olvido Gara tampoco estaba muy sobrada que digamos, pero sus personajes son tan exagerados que maravilla verlos.
Para la memoria quedan, entre otros, el concurso de pollas, las apariciones de McNamara, la escena de la violación de Pepi, el bacalao al pil-pil que le prepara a Bom cuan
do llegan a casa de madrugada, la estupenda cateta de pueblo interpretada por Kiti Mánver y sobre todo, y ante todo, la gran canción Murciana marrana, que le dedica Bom a Luci:




Sin olvidarnos del magnífico cartel de la película.



sábado, 9 de agosto de 2008

Selmasongs.

Selmasongs (Björk, 2000)


Bailar en la oscuridad dio también pie a un magnífico disco de la magnífica Björk, cantante que también me fascina, y de la que me estoy resistiendo a comenzar con toda su discografía para no repetirme tanto.
Selmasongs es la banda sonora de Bailar en la oscuridad, una colección de canciones que acompañan las ensoñaciones de Selma, precisamente, por su viaje hacia esa oscuridad que da título a la película. Pero a la vez es un pequeño disco, de tan sólo siete canciones, donde Björk demuestra que se puede hacer música hasta con la pelota botando en una cancha de baloncesto, con máquinas, con golpes... la percusión, esa que Selma necesita para sentir mejor la música, es la que termina reinando, se use lo que se use para percutir. Y además de para demostrar el talento musical de alguien que ya sabíamos que lo tenía, como disco y como canciones funcionan independientemente del metraje al que acompañan. Como ejemplo, dejo el vídeo que adquirí vía youtube de I've seen it all, versión Björk y Thom Yorke (algo distinta de la del disco), una joya de la música del nuevo milenio.



jueves, 7 de agosto de 2008

Bailar en la oscuridad

Bailar en la oscuridad (Lars von Trier, 2000)


A mi Lars von Trier es otro de esos directores que me gusta a trozos. Igual que me resultan fascinantes casi todas sus producciones, si que todas ellas rezuman un aire prepotente que no se le perdonaría (por mi persona, evidentemente) si no fuera porque a veces roza la perfección. Aunque sea en lo artificioso. Y es que esta película, musical que me fascina por otra parte, es tramposa como pocas. Su director maneja estupendamente el cine y todos sus clichés, y realiza un artificio megalómano perfecto para conseguir lo que pretendía: realizar una historia tan dura que, o bien se revolvieran las tripas, o bien
nos hartáramos de llorar en el cine. Yo fui de los últimos.
Y es que, a pesar de ser un puro artificio, von Trier mezcla una historia pretendidamente difícil, casi imposible, con números musicales melancoliformes y unos actores en estado de gracia, con un grado de dramatismo que lleva a lo que tenía que llevar: levantar estómagos. Los números musicales, esos para lo que von Trier cambia la cámara y la fotografía, son magníficos a la vez que le dan a su director la oportunidad de que la crí
tica alabe su audacia, con lo que todo ello significa para él. Porque von Trier es listo, tiene un toque de genialidad, y un ego sobrenatural, y, como todos los narcisos, eso mismo es su punto débil, y sabe lo que hacer para que no se lo hieran.


Ese mismo ego de von Trier, que chocó de lleno con el de la otra grandísima protagonista de esta película, una Björk que roza lo sublime en su interpretación, fue lo que más publicidad dio a la película. Aunque anecdotario aparte, la película es grande, aunque solo sea por lo que transmite. Por mucho que sea desagradable. La primera vez que la vi estuve hora y media llorando en público en el cine (cosa que creo nunca había hecho antes). La segunda, estuve otra hora y media llorando, eso otra vez en mi casa. Para la tercera, voy a tener que tener estómago, porque cada vez que recuerdo la última escena, se me ponen los pelos como escarpias.