sábado, 31 de mayo de 2008

Perdita Durango

Perdita Durango (Álex de la Iglesia, 1997)


Cuando de la Iglesia hacía buenas películas, y no Los crímenes de Oxford, era estupendo. Tras el éxito cosechado por la espléndida El día de la bestia (otra película a incluir en este blog), en un arrebato megaloide propio de los más grandes, de la Iglesia compró los derechos de la novela homónima de Barry Gifford (que este mismo año era adaptado por Lynch para Carretera perdida, ¿casualidad?), contrató a Rosie Pérez (que entonces era alguien, no mucho, pero alguien), se fue a yanquilandia, y realizó una película eminentemente romántica, aunque no lo parezca.
La historia es la de unos delincuentes, esa Perdita Durango (Rosie Pérez), y Romeo Dolorosa (interpretado, y a veces sobreinterpretado por Javier Bardem) que se dedican al tráfico de fetos humanos para la elaboración de cosméticos. Todo ello mientras secuestran a unos niños de papá (tan rubios, tan blancos, tan americanos... qué monos) y son perseguidos por millones de gentes por medio del desierto, mientras se suceden atropellos y otras escenas de humor negro, negrísimo, muy de agradecer. Recuerdo, cuando fui al cine, que me encontré con un compañero de clase que me caía un tanto mal, y que nos dijo que iba a ver "Face off" (Cara a cara, de John Woo) porque prefería la acción. Nuestra contestación, en tono evidentemente irónico fue: "La nuestra seguro que es más tranquilita". Aparte de la calidad fílmica, no nos equivocávamos. Disparos, sangre, sudor y lágrimas, conforman la mayor parte del metraje, que, metralla aparte, cuenta la historia de amor entre Perdita y Romeo, una historia que se sale del romanticismo general para entrar de lleno en parajes sórdidos, pero tiene su mayor exponente en esa espléndida escena final, donde Perdita llora la pérdida de Romeo mientras va paseando por esa zona que tanto sale en las películas, creo que es en Las Vegas, donde hay una especie de techo lleno de neones. Al recordarla todavía se me ponen los vellos de punta.

viernes, 30 de mayo de 2008

El guateque

El guateque (Blake Edwards, 1968)


La escena inicial, en la que el figurante indio interpretado por Peter Sellers no para de tocar la trompetilla a pesar de estar siendo tiroteado y más que tiroteado hasta por el productor, no es más que el inicio de una de las comedias míticas de la industria hollywoodiense. El equivoco logra que a este figurante al que nadie quiere lo inviten a una fiesta, el guateque del título, con toda la alta burguesía de la industria del cine, donde él jugará a ser un torpe sin freno, ocasionando todo tipo de despropósitos que conseguirán convertirlo, de nuevo, en el hombre más odiado del lugar. Edwards se inspira en Charlot y todos esos actores mudos, que, como no podían hablar, se dedicaban a hace humor con las situaciones, y, en un plus, utiliza las diferencias idiomáticas para jugar con las expresiones y realizar chistes lingüísticos de gran eficacia. Todo ello ayudado por un Peter Sellers que está tremendo, así como era él. Una delicia.

Los cuatro fantásticos.

Los cuatro fantásticos (Tim Story, 2005)


En fin... ya que la he visto... He leído poco, y poco bueno, pero anoche no tenía ganas de esfuerzos mentales y me la encontré en la tele. Así que nada... De fantástico tiene poco. Mala como una caída de espaldas, que dirían en mi pueblo, las gracias no son graciosas, el supuesto estudio de personajes es nimio, guiones más elaborados se pueden encontrar en películas infantiles de las malas... En fin, que entretiene fundamentalmente porque tiene alguna secuencia de acción y porque hay unos cuantos guapos. Para gustos los colores. A mi Jessica Alba no me parece gran cosa, me resulta muy artificial, pero tampoco soy yo quien. Chris Evans está buenísimo, pero tiene un papel de imbécil que le va muy bien (de hecho tiene pinta de ser así), y está Julian McMahon, morboso hasta más no poder, pero eso no tiene que ver con este papel. Probablemente el Dr. Muerte es lo mejor de la película, aunque tampoco soy objetivo con eso, a mi siempre me apasionaron los malos. En fin, alegrémonos la vista.


Atraco perfecto

Atraco perfecto (Stanley Kubrick, 1956)


Tercera película de Kubrick, y la primera que le daría fama internacional, Atraco perfecto es una perfecta película policiaca acerca de una panda de delincuentes no habituales que planean un robo a un hipódromo que les permitirá de forma fácil cambiar sus vidas y permanecer impunes. Pero nada ni nadie es perfecto, y ni un plan urdido hasta el más mínimo detalle escapa a las contrariedades más o menos previsibles, entre ellas el que una película comercial en los 50 no podía dejar a los "malos" por ahí sueltos.
Independientemente de las novedades que supuso esta película en su momento (comenzando porque los héroes son el grupo de ladrones, que, en ningún momento se presentan como malvados), lo más importante, sobre todo dentro de la filmografía de su director, es la falta de pretensiones. Es una película de puro cine negro, perfecta en su realización, perfecta en su planificación, perfecta en su guión, magníficamente interpretada... y Kubrick no trata de darle más importancia de la que tiene la historia. El resultado es una película que, aun en estos momentos, continúa resultando moderna (adivinen en que película se inspiró el grandísimo Tarantino en Reservoir dogs, cosa que no le quita ningún mérito, desde luego), con una capacidad de sorpresa e intriga como solo tienen las buenas, y que, cuanto más la ves, más te gusta. De esta si que soy fan.

jueves, 29 de mayo de 2008

Teléfono rojo, volamos hacia Moscú

Teléfono rojo, volamos hacia Moscú (Stanley Kubrick, 1964)

Esta película, en realidad, hace tiempo que no la veo. Tendría que haber comenzado por Atraco perfecto (de la que daré cuenta pronto), pero me ha dado por aquí.
Hablar de cualquier película de Kubrick a mi me supone mucho. Más que nada porque todavía no se si es un director que me gusta. Lo que, teniendo en cuenta que creo que la única película suya que no he visto completa ha sido Barry Lindon, y que todo el resto me han gustado (algunas mucho), puede resultar un tanto incoherente, pero creo que no lo es.


Las películas de Kubrick tienen un aire "humanista", como dicen en la wikipedia, de estudio sobre la humanidad, casi existencialista en ocasiones, que a mi me debiera fascinar. El estilo de rodaje, esos planos cuadriculados, exactos en lo geométrico, simétricos hasta la náusea en muchas ocasiones, son apabullantes... pero esa especie de megalomanía, esa tendencia que tenía Kubrick a mostrarlo todo como si él tuviera la última palabra, ese exceso de precisión en todo, esa frialdad que fue desarrollando su cine con el tiempo, llega a turbarme demasiado para ser incondicional. Incluso ya fallecido, y, como ya digo, con casi toda su filmografía visitada y revisitada, no puedo ser incondicional. En casi todas sus películas encuentro un pero. Y esta no es una escepción.


Comedia irónica, cuyo título original (Dr. Strangelove or how I learned to stop worrying and love the bomb) no tiene nada que ver con el que se le puso en España, y es mucho más revelador de lo que nos vamos a encontrar, es la única comedia de Kubrick, y, probablemente, tenía razón. Demasiado poco sentido del humor albergaba el autor para haber continuado. Y eso que la película como comedia funciona bastante bien, pero más por las magníficas actuaciones de Peter Sellers (interpreta tres papeles) y por el guión, que por el desarrollo general, demasiado parecido a ese estilo geométrico con el que Kubrick se obsesionó tanto en determinado momento. Está bien rodada, tiene gags divertidísimos, chistes aún más divertidos, Peter Sellers está espléndido (repito), sobre todo en el papel de Strangelove, ese asesor fascistoide del presidente de los EEUU (que también interpreta él), y tiene secuencias que ponen los pelos de punta (el muchacho encima de la bomba, por ejemplo), pero cada vez que la he visto me ha dado la impresión de que no termina de cuajar, fundamentalmente porque Kubrick se lo toma todo demasiado en serio, y, en vez de dejarse llevar por el divertimento, opta por querer hacer una gran película. Y eso no se busca, eso sale. Es decir, la película es buena y muy divertida, pero podría haber llegado a ser una obra maestra.


Terciopelo azul

Terciopelo azul (David Lynch, 1984)



Desde esa primera imagen de la oreja tirada en el césped y llena de hormigas que encuentra un jovencísimo Kyle MacLachlan, todo lo que vemos durante casi dos horas de metraje es un estudio-homenaje a lo perverso. MacLachlan es un joven estudiante que se ve envuelto en una especie de intriga criminal a raíz de la seducción que sufre por una perturbadísima (y magnífica) Isabella Rosellini, que lo hará conocer los más bajos fondos de la ciudad donde vive y de los individuos que la pueblan. La perturbación es la ley en esta película, empezando por las imágenes (tanto lo que se muestra como la forma de mostrarse), la banda sonora del habitual Angelo Badalamenti, como todos y cada uno de los personajes y situaciones que pueblan esta especie de pesadilla, donde, sin embargo, el previsible héroe, se deja llevar sin mostrar demasiadas reticencias en un símil de la atracción que todos sentimos por "el lado oscuro".


El cine de Lynch apasiona o aborrece. A mi me pasa lo primero, pero es normal que haya muchísima gente a la que le horroricen películas como esta, Mullholand Drive, Carretera perdida... Remueven demasiadas cosas en el interior de cada uno, y crean un desasosiego que no es fácil soportar. Y esta, probablemente, y a falta de Inland Empire, es su película más desasosegante, perturbada, perturbadora y perversa, precisamente porque nadie es tan bueno ni tan malo, nada es abobinable según se nos presenta, todo entra dentro de las opciones que se escogen en la vida, esas opciones que llevan a un estudiante a ayudar a la perturbada pareja de un ganster, en vez de salir huyendo. A la que le tocó pagar el pato en esta ocasión fue a la pobre Rosellini, a la que pusieron a caer de un burro. A mi me sigue pareciendo que está espléndida, y la versión de Blue Velvet que canta es buena prueba de ello.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Mondo difficile

Mondo difficile (Tonino Carotone, 2000)


Tonino Carotone es un personaje creado por Antonio de la Cuesta, anteriormente en grupos heavys, punks... y que creó la caricatura de un italiano de los 60 para cantar esa misma música que cantaban en las películas de yanquis que se iban de vacaciones a Italia, en español y con divertidísimas letras que cantan fundamentalmente a la buena vida, en el sentido de vida pecaminosa y licenciosa que inunda el imaginario colectivo de gran parte de la humanidad (entre la que me encuentro). Todo el disco es fantástico, pero yo me sigo quedando con el que fue primer (y creo que único) sencillo, esa canción con la que tanto nos identificamos algunos, que se llamaba Me cago en el amor. En el fondo es verdad que es un Mondo difficile.

Vale, Montoya no soy

Vale, Montoya no soy (Rakel Winchester, 2004)


En espera de poder escuchar entero el nuevo disco de Rakel Winchester, de nombre Rutina matrimonial (y que parece, por las cuatro que tienen en myspace, algo más elegante que la anterior), celebro su salida al mercado (aunque no se cuando fue) revisitando el que probablemente es el disco de flamenco que más me gusta. Claro que llamar a esto flamenco es mucho llamar.
Rakel Winchester es un grupo conformado por Rakel, su novio gitano, y dos payos y un gitano más, que hacen algo que podría calificarse como flamenco-punk, para entendernos. Letras soeces, mordaces, desinhibidas, y que ridiculizan lo más rancio de todo la discriminación hacia los payos que tiene lo más rancio de la cultura gitana, parecía más una venganza de la cantante contra la familia de su novio que otra cosa. Todo ello cantado con múltiples vocablos en caló (si no recuerdo mal, la lengua gitana se llamaba así) mientras suena flamenco mezclado en muchas ocasiones con ritmos rockeroides bastante ligeros, que resulta mucho más original que toda la caterva de personajes que con más o menos talento intentan fusionar flamenco con otros ritmos, y que, en la mayoría de los casos, terminan pareciéndose a Andy y Lucas pero con ritmos morunos.
Si El marío de la cannisera no os parece suficiente, escuchad sobre todo Nadie como tú ("Te echaré de menos cuando con las manos te pone a comer, te echaré de menos que el tomate te lo limpies en el mantel..."), Las payas no puen entrá al Lowen ("...yo entro al Lowen te lo juro por mi coño..."), Tengo un novio ("Pégame, castígame, prohíbeme de salir, que yo sin ti, si no es así, yo no podría de vivir") o Paso, que mañana me caso ("Pa estar en casa, ay que alegría!, pa no salir ya ni de noche ni de día, todo el día fregando, y los jurdeles, que mi marío se lo gaste en los burdeles..."). He puesto trozos de letras más o menos traducidos al castellano. Si sigue sin fallarme la memoria, jurdeles son billetes (algo económico, de todas formas). Si no os gusta el flamenco, por lo menos escuchad las letras, algunas son bestiales. Yo si creo que merece la pena.

martes, 27 de mayo de 2008

American Psycho

American Psycho (Bret Easton Ellis)
American Psycho (Mary Harron, 2000)


Pensaba hablar sólo de la película, pero dado que me leí el libro, y que Easton Ellis me encanta, hablaré de ambos. El libro, publicado en 1991 en yanquilandia, fue un best seller tremendamente polémico tanto por el contenido, esa especie de crítica al mundo de los yuppies de los 80, como por el continente, la historia de un yuppie encantado de conocerse y que se dedica a matar de forma absolutamente terrible a todas aquellas personas que se dedican a afear el mundo o hacerlo parecer a él más mundano de lo que se cree, todo ello con un lujo de detalles tanto en lo agresivo como en lo sexual que, por momentos, entraba sin ningún tipo de pudor en el gore y el porno. De un estilo agilísimo, un sentido del humor tremendo, y una capacidad de ironía y sarcasmo que no se podría imaginar como habitual en un libro dirigido a las masas, Easton Ellis relata un estudio de lo que siempre ha hecho, la caída de esos valores que cimentan toda la mentira capitalista, ese Golpe al sueño americano que fue el título de aquella película que no hacía justicia en absoluto a su magnífica primera novela, Menos que cero. A mi la novela me parece espléndida, por mucho que sí que en algunos momentos me resultara durísima, pero la narrativa es directa, sencilla y tremendamente descriptiva (como ya digo, en ocasiones hasta excesiva).


De ello hicieron una película en 2000, protagonizada por un Christian Bale magnífico (en todos los sentidos, estuvo millones de horas metido en el gimnasio para que su físico fuera de aquella manera), y que transmitió con bastante fidelidad el espíritu de novela. El problema fundamental fue una estúpida campaña de marketing, que vendió como una película de miedo lo que no era otra cosa que una comedia irónica acerca de todo aquellos muchachos que se creían que gobernaban el mundo y terminaron siendo juguetes rotos como tantos otros. Si la veis con esos ojos, quizá os guste. Si esperais ver una peli de terror, no perdais el tiempo. No es ninguna obra maestra, pero está rodada de una forma elegantísima, está estupendamente planificada, y muy bien interpretada. Hay algún personaje que queda en el aire, algún chiste que no se termina de entender si no te has leído el libro, o si no has visto la película un par de veces... En fin, que nadie es perfecto, y que la versión cinematográfica podría haber sido mejor, pero para lo que se estila, es bastante acertada. A mi me gustó mucho.

lunes, 26 de mayo de 2008

Primavera, verano, otoño, invierno y primavera.

Primavera, verano, otoño, invierno y primavera (Kim Ki Duk, 2003)

Había realizado una estupenda disertación acerca de cómo se dan los premios en los festivales, pero hoy el ordenador (y "el interneerr") se me cuelga y lo he perdido todo. Como intentar recuperarlo sería imposible, y no me va a quedar igual de bien nada de lo que escriba, me dedicaré a hablar un poco de esta película.
A mi el cine oriental siempre me ha gustado mucho, quizá por esa forma poética de encararlo todo (aunque sean las artes marciales). Me tranquiliza el cuerpo y el espíritu. Y esta no es una escepción, Kim Ki Duk se aleja de otros registros más cruentos p
ara realizar una preciosa película acerca de la vida de un niño que aparece abandonado (y cuya madre es tragada por el hielo) a las puertas de un templo flotante, a través de las distintas estaciones del año, cada una en una época de su vida diferente. Cierto es que la película es lenta, lenta, lenta como un día sin pan, y que, en resumidas cuentas, no hay historia, pero la belleza de las imágenes (que hicieron en su momento que me planteara que alguna vez tengo que ir de vacaciones a Corea, destino que nunca me hubiera imaginado) y esa especie de mensaje sin mensaje que envuelve toda la película (y que, sinceramente, nunca supe cual era) me absolvieron y lograron que en su momento saliera del cine con una tranquilidad y un sosiego que me hacían mucha falta. Años después, me sigue pareciendo preciosa. Pero entiendo que puede haber mucha gente a la que le pueda parecer un tostón. Como dijo el torero, "Hay gente pa to".


Eurovisión 2008 (y III)


Cuando comencé este blog, allá por octubre del año pasado, jamás pensé que iba a dedicarle tres entradas a este tema. Pero es que me he divertido mucho. Uribarri, y todos aquellos que se toman en serio Terrorvisión, esa especie de esperpento que en los sesenta y setenta podría haber servido para algo dentro del panorama musical europeo (aunque creo recordar que ni Beatles, ni los Stones ni los Clash pasaron por allí), pero que desde hace más de veinte años es oficiosamente el recinto idóneo para presentar posibles canciones del verano (con todo lo que eso conlleva), y a la que, ya lo dije en el primer post, por una vez en la vida, hemos mandado lo que se merece. El que yo crea, en realidad, que el dinero de mis impuestos se podría dedicar a cosas más útiles que a contratar a la Carrá (cosa que habrá salido por un pico) y que nosecuantita gente se pase 10 días en una ciudad europea a tutiplén, ya es un dato irrelevante, teniendo en cuenta lo bien que me lo he pasado. Sobre todo cuando veía que nos daban puntos países que nunca nos los dieron. Y eso que Uribarri vaticinaba que no nos iba a votar ni el Tato. Pues hemos quedado mejor que los dos últimos años.

En realidad, la gala no la vi, estaba muy ocupado tomando cañas. Sólo vi parte de las votaciones en la puerta de un bar donde aprovechamos para tomarnos la última antes de empezar con el agua de Valencia, pero visto lo que vi, estoy deseando que la publiquen en DVD. Este año les ha dado a unos cuantos por disfrazarse. Só
lo faltó el pavo de Irlanda, injustamente eliminado en la semifinal. Pero eso sí, los irlandeses se vengaron votando a toda la gente que iba haciendo el ridículo, menos a nosotros. Es lo único que les faltó. Pero qué bueno que fue. No me resisto a poner el vídeo del chiki-chiki.



Eso sí, que sepais que el que ganara Rusia no se debe en ningún modo a la canción. Se debe, fundamentalmente, a la tendencia exhibicionista de
esa loca que mandaban como representante. Y, sobre todo, a esa foto donde este muchacho, de nombre Dima Bilan, enseña un huevo, foto con la que os torturo a continuación, so pena de que este sea uno de esos blogs donde se pide autorización para entrar. Hay que reconocer que el muchacho no está mal, pero lo antiestético que queda lo de enseñar un solo huevo no se lo perdonaremos jamás. Da mucho asquito, reconozcámoslo. Por si a alguien le interesa, tiene muchas más, aunque de mejor gusto.


jueves, 22 de mayo de 2008

Fargo

Fargo (Joel Coen, 1996)


Si es que cuando me da por algo... Los Coen a mi me gustan mucho. Esta quizá no es su mejor película, aunque si es muy buena, pero si les valió cierto reconocimiento y conocimiento por parte del gran público por mucho que Barton Fink, El gran salto y Muerte entre las flores (con las que comenzaron los noventa) les dieran resultados mucho más ingeniosos y rentables respecto a crítica. Fargo no deja de ser una estupenda película de suspense, ambientada en una pequeña ciudad de Dakota donde se urde una trama para realizar una estafa por parte de un mindundi, que se termina complicando hasta límites increíbles. Lo más increíble, valga la redundancia, es que está basada en un hecho real (por más alucinante que resulte todo), lo que demuestra que se pueden hacer películas con base real de factura digna, y por tanto, sobran los telefilmes esos que emiten en Antena 3 todos los fines de semana y que hacen (decir que interpretan es mucho decir) los que antes habían tropagonizado La ley de Los Angeles.
Frances McDormand está espléndida en su papel de policía bobalicona, pero no más que Peter Stormare, Steve Buscemi o William H. Macy. Los momentos de intriga mezclados con humor (ya decíamos ayer que de los golpes en el cine todavía se puede sacar mucho) son hilarantes a la vez que inquietantes, y la banda sonora es de lo mejorcito que he escuchado en mucho tiempo para ambientar una película (y no para hacerse famosa per se, aunque lo merecería). Esa escena final en que McDormand va a detener a Stormare, muy ocupado haciendo carne picada (no voy a desvelar mucho más por si alguien no la ha visto, a esta peli le tengo mucho cariño) es de las mejores escenas humorísticas que he visto en muchísimo tiempo en un cine. Y lo digo absolutamente en serio. Ya había dicho en el post de No es país para viejos que el medio oeste americano (tanto al sur como al norte) ha dado muy buenos resultados en el cine. Prometo repasarme Un plan sencillo, Perdita Durango y Aflicción para hablar de ellas pronto. Pero el que no las haya visto, que sepa que ya anda perdiendo el tiempo desde hace mucho.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Una de cortos, factoría Aardman

Independientemente de los aires que de vez en cuando me quiero dar, en muchas materias soy un absoluto inculto, por ejemplo, en el cine de animación. Como además últimamente estoy con la cabeza en la luna de Valencia (aunque no tanto como Amy Winehouse), se me olvidó contar esto.
Desde hace tres o cuatro años, en mayo, organizan en Las Palmas un pequeño festival de cine de animación, que dura cuatro días, y que este año comenzó con un homenaje a esos estudios británicos que hacen maravillas con la plastilina. Posteriormente comenzarían a meter la infografía, con lo que todo es mucho más fácil, y no se tarda seis meses en hacer un corto de once minutos, pero durante los ochenta y los noventa todo eran muñecos que animaban manualmente a 12 fotogramas por segundo (eso al menos nos dijo Mike Booth o algo así se llamaba el muchacho, que ya he dicho que estoy de la cabeza regular), creando desde pequeños anuncios publicitarios de estufas hasta cortos soberbios de grandísima factura como el inquietante (y en muchos casos aterrador) Babylon, sobre la guerra y los magnates de la misma o el divertidísmo Loves me, loves me not, sobre los peligros de narciso. Todo además con un sentido del humor muy plástico y muy divertido, demostrando que de los golpes en el cine todavía se puede sacar mucha tajada. Me encantó, por mucho que dos horas viendo cortos uno detrás de otro me siga resultando agotador. Os dejos los enlaces a la página de Aardman, por si la quereis visitar, y a la de Wallace & Gromit, sus personajes quizá más conocidos.


Por cierto, la imagen es de aquel video de My baby just cares for me, de Nina Simone, del que disfrutamos a mediados de los ochenta (y yo canté como una diva el jueves por la noche en el cine como si estuviera en un concierto).

martes, 20 de mayo de 2008

Las siete y media

Las siete y media (Iván Ferreiro, 2006)


En realidad este disco, medio disco, más bien, por su corta duración, parecía más editado deprisa y corriendo dado el relativo éxito del anterior, pero que, o bien era para muy fans, o dados los pobres resultados en comparación, se decidieron a no publicitarlo demasiado en todo caso. Yo, por ejemplo, tardé un año en descubrir que existía, por más que había escuchado algo de su edición. Ocho canciones breves, cuando no directamente mínimas, componían esas siete y media que dejaban bastante frío después del anterior. Verán, el problema que tiene hacer una obra mayúscula como Canciones para el tiempo y la distancia, es que se genera una cierta expectación, que, desde luego, no se cubre con un disco de pop melódico, por muy buenas que sean Me toca tirar y Tristeza. Hombre, visto lo visto, es muy recomendable (aunque yo se lo paso a quien quiera, pagar veinte euros por veinticinco minutos me parece un robo a mano armada), pero no era lo que se esperaba de él. Yo siempre pensé que había sido un pequeño desliz del que se recuperaría. Tras escuchar Mentiroso mentiroso, no me quedan muchas esperanzas, para que engañarnos.

Canciones para el tiempo y la distancia

Canciones para el tiempo y la distancia (Ivan Ferreiro, 2005)


Tras la decepción (o así) del último disco, voy a aprovechar para hacer un par de menciones a los dos primeros discos de este, cuando quiere o cuando está inspirado, grandísimo autor, comenzando por el primero.
Tras la separación de Los piratas, vuelvo a repetir, cuando estaban haciendo las mejores canciones que habían hecho en toda su carrera (o al menos, estaban intentando tomar un rumbo un tanto más vanguardista, si es que ese término puede ser aplicable a cualquier grupo indie), incluida la versión que más me ha gustado en mi vida de My way, esa que utilizaron para un anuncio de Timofónica, para que Iván iniciara su carrera en solitario, publicó este disco que, en mi humilde y modesta opinión (aunque yo humilde y modesto no lo he sido en mi vida, pero hoy me ha dado por intentar quedar bien), es una auténtica obra de arte en todos los sentidos. Tanto la estética general (de la portada, del libreto, de los video-clips), como la ambientación musical y/o visual (se acompañaba de un DVD con video-clips de todas las canciones del CD, rodadas la mayoría cámara en mano, y que conformaban parte de los mejores clips que se han hecho nunca en este país) merecen el calificativo. Y eso sin entrar en la mayoría de las canciones, casi catárticas, de orquestaciones sublimes y letras que hacían que al más pintado se le pusieran los vellos como escarpias. Turnedo era grande, pero no más que El viaje de Chihiro, Mi furia paranoica o la magnífica versión del Abrázame de Julio Iglesias. Un placer para los sentidos, y para todo aquel al que le guste la música en general. Creo que esto al final no ha quedado nada humilde, pero es que lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible.

lunes, 19 de mayo de 2008

Sangre fácil

Sangre fácil (Joel Coen, 1983)


La primera película de los Coen (Joel a la dirección, Ethan a la producción y ambos en el guión, como siempre) es para muchos, entre los que me encuentro, la mejor. Y es la mejor por su frescura, por su originalidad, por iniciar un nuevo tipo de cine negro, por sus movimientos de cámara, y por su falta de pretensiones. A primera vista la película no es más que un divertimento sangriento (tampoco demasiado, a pesar del título), sin llegar al gore, acerca de una persecución por parte de un marido cornudo a su esposa y al amante de esta, con mucho humor negro y una crueldad considerable. Pero cuando se ve, sobre todo cuando se ve más de una vez, se puede uno dar cuenta de un guión envidiablemente redondo, de unos actores en estado de gracia, de una ambientación inmejorable, de un ritmo trepidante, de un suspense mantenido, de... de una película de cine negro clásico con incorporaciones menores de hallazgos de las series B (cuando no directamente de serie Z) y nuevas formas de rodaje y planificación. Frances McDormand, por cierto, demuestra lo buena actriz que es (como cada vez que aparece en el cine, para que engañarnos). Pero tuvo que esperar mucho tiempo para que le dieran el premio aquel de la academia americana que tiene copyright, y que por eso no coloco el nombre.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Que parezca un accidente

Que parezca un accidente (Siniestro total, 2008)


Hoy toca discos en directo. Siniestro han comenzado una gira por su veintinosecuantos cumpleaños. De la formación original pocos quedan, los excesos hicieron estragos en todos los grupos de principios de los ochenta, pero el espíritu es el mismo. Me decía un amigo hace un tiempo que Siniestro hace siglos que no sacan un disco original, pero es que no hace falta. A estos les pasa igual que a Los Ronaldos, que siguen sonando tan frescos como siempre, y en este disco además, podemos ver lo divertidos que son en directo. Pocas canciones de las míticas faltan, el Me pica un huevo, que tanto me gusta, por ejemplo. Pero si están Bailaré sobre tu tumba, Miña terra galega, España se droga, y esa fantástica Todo por la napia, que ni siquiera Minipierna Extra han sido capaces de superar. Si es que estos son también muy grandes.

martes, 13 de mayo de 2008

La bola extra

La bola extra (Los Ronaldos, 2007-2008)


La gira que llevaron a cabo el año pasado Los Ronaldos dio como fruto, aparte de un considerable éxito de público, un CD-DVD que se ha publicado con el nombre de una de las canciones que se incluyen, que hace referencia a las nuevas oportunidades que nos da la vida, y que recoge una de estas actuaciones donde Coque y compañía recorren las canciones más destacadas de su discografía, veinte años después. Lo que dice mucho de ellos, y de lo triste que es el panorama musical patrio, es que, precisamente veinte años después, siguen resultando tan frescos y divertidos y actuales como entonces. Sólo hecho en falta el Cuidado conmigo, la canción con la que probablemente más me he identificado a lo largo de mi vida. Dicen que van a volver. A mi me encantaría, siempre y cuando no se estropeen. Por favor.

Arma fatal

Arma fatal (Hot fuzz) (Edgar Wright, 2007)


Cualquiera que vea el título pensará que esta película es una de esas parodias sin gracia tropagonizadas por Leslie Nielsen. Nada más lejos de la realidad.
Hot fuzz es una película británica que trata de un inspector de policía en Londres excesivamente eficiente, motivo por el que termina desterrado en un pequeño pueblo de la campiña inglesa donde, aparentemente, nunca pasa nada. El problema es que ocurren una serie de asesinatos que inmediatamente son etiquetados como accidentales, y él comienza a investigar en pos de descubrir una conspiración inmobiliaria donde está implicado hasta El Tato. Y cuando creemos que ha llegado el final, y que esa teoría suya es la verdadera, la realidad de la trama nos pega una hostia (divertidísima) que nos deja traspuestos, y convierte la película en una seudoparodia (pero con gracia) de todas las películas de acción americana, más como homenaje que como otra cosa. No es la panacea, pero si resulta sorprendente, divertida y entretenida. No puedo hacer otra cosa que recomendarla.

Trabajito de chinos

Trabajito de chinos (La Shica, 2008)


Dado que a mi madre y a algunos de mis amigos les ha dado por esta muchacha, el otro día, en mi última excursión en busca de discos, me compré el suyo. La muchacha, al parecer, es agradable y canta bien, pero más allá de eso, tras escuchar el disco, no encuentro nada que no haya escuchado antes. Lo primero a lo que me recuerda es a Las niñas, también a algunas canciones de La mala Rodríguez, al Bicho... Con un punto divertido (me encanta la canción de los polvos en los probadores), una voz preciosa, y un estilo ecléctico dentro de lo flamencoide, pero muy agradecido. Es decir, que el disco me ha gustado mucho, pero lo que no entiendo es el entusiasmo de todo el que me rodea y la conoce, simplemente. Me estoy dando cuenta de que últimamente ando poniendo verde a todo el mundo. A ver si va a ser cosa mía...

Till it breaks

Till it breaks (NawjaJean, 2008)


Me he quedado a cuadros. Yo esperaba lo mismo de siempre, es decir, música electrónica con mezcla de ritmos, fusión de estilos y esa magnífica voz susurrante de Nawja Nimri (¿nos pondremos alguna vez de acuerdo en cómo se pronuncia su nombre?), y, cuando me pongo a escucharlo, me llevo la grata sorpresa de que han derivado en un estilo más rockero-popero, que no queda nada mal. El único problema es que no suenan a ellos, por mucho que suene muy bien. ¿Y ahora quién hará lo que ellos hacían?

lunes, 12 de mayo de 2008

The ring (La señal)

The ring (La señal) (Gore Verbinski, 2002)


Seré breve. No sé qué tal será la versión japonesa, que es la que yo esperaba encontrarme cuando me la descargué, pero el remake yanki es una auténtica mierda. Hacía años que no veía actuaciones tan lamentables (incluida la de Naomi Watts), ni siquiera en todas las frikadas que me trago de vez en cuando. Y no voy a decir más porque tiempo en esta vida hay que perder el justo.

Reconstrucción

Reconstrucción (Deluxe, 2008)

A mi con Deluxe me pasa como con Lucía Etxebarría, hicieron en algún momento algo que me gustó, y desde entonces intento que me gusten, pero no termino de conseguirlo. Hombre, con la Etxebarría, que me cae muy bien, lo intenté durante tres libros, pero no lo conseguí. Y con Deluxe, que también me cae muy bien, siempre tengo la impresión de quedarme a medias.
Este es su quinto disco, tercero en español, creo, y la experiencia es similar a los que he escuchado de él antes (me parece que me falta alguno), hay canciones que me gustan mucho, y otras que me dejan bastante frío. En el caso además de este Reconstrucción, he tenido que buscar para convencerme de que no era un recopilatorio, porque todas las canciones me sonaban muchísimo. Teniendo en cuenta que mi cultura musical es limitadita para lo que debería (no será por tiempo escuchando canciones, sino porque siempre escucho lo mismo), me hace pensar que quizá este es otro que empieza a repetirse. Verán, mal no está, pero es más de lo mismo. Si se es fan, bien, si no, a lo mejor no merece la pena.

Mentiroso Mentiroso

Mentiroso Mentiroso (Ivan Ferreiro, 2008)


Ya adelanté en el otro blog que me lo había comprado, porque este lo tengo un poco abandonado. Iván Ferreiro publica su tercer disco en solitario tras la disolución de Los piratas en lo mejor de su carrera, y lo cierto es que no se si va para atrás o para delante. Canciones para el tiempo y la distancia fue una maravilla, llena de melodías y de orquestaciones impresionantes, y con letras que ponían los pelos de punta. Las siete y media era un medio disco bastante bueno, pero algo más ñoño (juraría que yo había hablado de él en alguno de los blogs, pero por lo visto no), con alguna canción memorable, pero de duración mínima. Y este es más melódico si cabe, pero recurre a paisajes demasiados conocidos en los ambientes indies (entre ellos esa intromisión de sonidos circenses que ya usó Bumbury en su Pequeño cabaret ambulante, o que es la piedra angular de la mitad de la discografía de Tom Waits, por ejemplo) para lo que cabría esperar de él. Es decir, el disco es bueno, porque él lo es, pero parece que se va quedando sin ideas, o que no las tiene para hacer un disco de longitud normal, y no los mini discos que hacía antes. Se lo tendremos que preguntar a él. No obstante, como ya digo, el disco es bueno, suena estupendamente, aunque se eche de menos algo de originalidad. No se puede tener todo.

lunes, 5 de mayo de 2008

Resumen semanal: Muchachada Nui

Muchachada Nui. Temporada 2. 4.
Me acabo de acordar que no lo había publicado, y ya era hora. De todas formas, mi adoración por los Chanantes decae, no me extrañaría que desapareciera esta sección. Hoy incluso, no busco foto.
Robert Smith (qué bueno ese capítulo de South Park donde se convierte en Mega Robert Smith y derrota a Mega Barbra Streisand) es llevado por Elvis al poblado donde viven todos los que han fingido su propia muerte: Jim Morrison, Walt Disney, Adolf Hitler... y Michael Bolton/Kenny G queriendo que le dejen entrar. Pedro Almodóvar contrata a Amy Klamstein para su rodaje americano ("Disco Ibiza Locomía"), Mundo Viejuno y la declaración de la Renta (lo que me recuerda que tendría que buscarme una gestoría), Marcial hablando de las riñas, y otra de esas minipelículas berlanguianas, esta vez en la Edad Media y con la inquisición de por medio (y con todos los cómicos cafroides que se les ha ocurrido meter). Lo he visto dos veces, porque la primera no me hizo ni puñetera gracia. Pero sería que estaría cansado, porque la segunda me he hartado de reír. Lo que tienen los días, que no son iguales.

domingo, 4 de mayo de 2008

The fluffer (El estimulador)

The fluffer (El estimulador) (Richard Glatzer y Wash West, 2001)


La historia es simple. Un muchacho que dice tener no muy claro su orientación sexual (aunque en toda la película no se da pie a que pensemos otra cosa que el chico es gay), descubre por error a un actor porno (espectacular, por cierto, Scott Gurney) con el que se obsesiona, intentando todo lo posible por conocerlo, con lo que termina trabajando en una productora porno como cámara, y posteriormente, estimulador de dicho actor. El problema es que el actor en cuestión es hetero, tiene novia que se preña, y es un poco yonqui, con las consecuentes dificultades que esto entraña. Al final, lo que parecía una comedia medio romántica, se convierte en una especie de intento de estudio vago de la homosexualidad del uno y la posible del otro, y en un drama seudomoralista acerca del consumo de sustancias, y de la vida licenciosa. Es todo un querer y no poder. Pero entretiene. Y como atractivo extra, aparecen distintas estrellas del porno (estoy intentando acordarme de los nombres, pero llevo muchas horas haciendo cosas y ya estoy un poco espeso). Vale como curiosidad, y, sobre todo, como forma de ver en todo su esplendor al señor Gurney (sabemos que el pollón no es suyo, pero qué bien estaría).



Alegato meridional

Alegato meridional (La cultural solynieve, 2006)



J, tras años con Los Planetas, comenzó con otro grupo del que no tuvimos noticias muchos, y hemos recuperado años después. La música se parece a la de Los Planetas, pero tiene un tono algo más aflamencado, ese tono que llevaría al máximo con su grupo de origen en La leyenda del espacio. Por lo demás, es más de lo mismo, y, por tanto, magnífico. Pero para muy incondicionales, como yo.

Dos rombos

Dos rombos (Lorena C, 2007)


Estaba tardando, sobre todo teniendo en cuenta que durante quince días he tenido a mis vecinos martirizados con el Piensa gay y el Te recuerdo a todas horas. Ahora quiero que se aprendan todas las canciones de La casa azul, pero eso ya lo conté otro día, así que vamos con Lorena y Monosexy.
Lorena C es, como ya todos sabreis, un grupo de electropop que llevan un tiempo funcionando, que es el más visitado (mundialmente) del myspace, y que cantan estupendamente y que son divertidísimos. Este disco, primero que realizan (y espero que no el último) es la edición de sus canciones hasta la fecha. Pop electrónico bailable, alternando estilos, más techno que todo el electro-clash patrio, por mucho que algunas de las letras recuerden, resulta, a la vez, divertido, y entra en paisajes conocidos por todos, y expresa lo que todos nos hemos planteado alguna vez respecto a nuestras vidas (nuestras noches, más bien). Como ya he dicho, a mi las dos que más me gustan son Te recuerdo, y el Piensa gay, ese que en Hundamos Eurovisión cantaron rodeados de los teletubbies. Dos canciones cuyas letras tienen poco que ver, que es el único pero que le podemos poner a todo el disco, quizá, cierta falta de coherencia en los contenidos y trato de las canciones. Pero vamos, eso por poner algún pero y no parecer tan extremista como siempre.

Desayuno en Plutón.

Desayuno en Plutón (Neil Jordan, 2005)


A mi Neil Jordan me parece un director fascinante, no tanto por sus dotes artísticas como por su capacidad para encarar proyectos propios y encargos varios con temáticas y estilos diametralmente opuestos con igual eficacia. Y es que si alguien encuentra algún paralelismo entre, por ejemplo, Entrevista con el vampiro, Juego de lágrimas, Nunca fuimos ángeles y esta Desayuno en Plutón, que me lo diga.
Si que, en este caso, consigue mezclar esos temas opuestos de forma espléndida, realizando una especie de tragicomedia acerca de la vida de Patrick, alias "Gatita", una transexual que lo que quiere es realizar su viaje para terminar desayunando en Plutón, precisamente, y todo ello con el conflicto irlandés-británico de fondo (y no tan de fondo).


Pero lo importante es el viaje de Gatita, un personaje que, efectivamente, parece venir de otro planeta. Ese viaje en busca hacia ella misma, hacia su madre verdadera (como Marco) y hacia su vida. Ese viaje tortuoso que ella encara con una sonrisa y con toda la fantasía del mundo para generar el cuento de hadas en el que quiere vivir y que siempre se le termina torciendo. Ese viaje para terminar desayunando en Plutón. Ese viaje que, a veces, es demasiado dramático, por mucho que se tome con sentido del humor, pero que consiguió el viernes, que fue cuando la vi por fin, removerme entero. Me pareció preciosa.

sábado, 3 de mayo de 2008

Amantes Sunt Amentes

Amantes Sunt Amentes (PANDA o PXNDX, 2007)


A ver, probablemente ni me hubiera acordado de este disco si no fuera porque ayer me puse a ordenar cedeses. Y es que lo que ofrecía y lo que da son dos cosas muy distintas. No es que esté mal, sino que a mi no me da más, ni para bueno ni para malo.
Yo no conocía al grupo, me sonaba de algo, pero no sabía muy bien de qué. Así que en una de mis excursiones madrileñas de estas que hago para ir a la Fnac, encontré este disco que me llevé por la portada, y porque el título me hizo gracia. Y digo me hizo gracia literalmente, ya que me recordó a Martes y Trece. Por mucha imagen tétrica que tenga en la portada, a mi me parecía que iba a ser un disco de pop divertido, no me pregunten por qué.
Una vez en casa, ya dispuesto a escucharlo, me emociono al leer que es un grupo de rock. Pero toda la emoción terminó cuando lo escuché. Hoy lo he buscado en la wikipedia, y lo definen como un grupo de pop-punk, sólo que en este disco pasan a ser de punk-pop. A mi las etiquetas no me terminan de gustar, pero si queremos etiquetar, la presencia de esos dos estilos juntos creo que lo dice todo. No se lo que era, pero no consiguieron lo que pretendían.
Este es uno de esos discos que pertenecen a esos grupos que la MTV y los 40 Criminales quieren hacernos creer que son de género punk, pero que no suenan a punk en absoluto, y cuyo máximo exponente (no porque sea la mejor, sino porque es con la que más por culo han dado) es Avril Lavigne, esa señora estéticamente perfecta, que se cree que por berrear mínimamente y meter cuatro guitarras ya hace punk, y cuyas canciones suenan a tantos y tantos grupos y artistas creados por marketing en pos de vender discos a los adolescentes. En España incluso creamos una imitadora, una tal Belén Arjona, que hacía muchos cuernitos con los dedos, para al final terminar cantando las mismas tonterías que La oreja de Van Gogh.
El problema fundamental es doble. Primero hay un error conceptual: el punk es un subgénero del rock, y por eso mismo jamás el pop podrá ser punk. Y después hay un error de educación musical, precisamente por dejar esa educación en manos de las multinacionales, esas que nos quieren convencer de lo bueno que es la globalización, y lo fantástico que es que una barra de pan cueste más que el caviar Beluga. Así nos va.
Pero de lo que iba a hablar es de este disco. Mejores que todos los que he nombrado, PXNDX, sin embargo, se sigue quedando a medio camino. Las letras son buenas, la música suena bien, pero no terminan de encuadrarse, y quizá es eso lo que hace que el disco no convenza del todo. Yo sigo quedándome con las ilustraciones del album, que si que son una auténtica obra de arte, y ahí teneis la portada para comprobarlo.

viernes, 2 de mayo de 2008

Padre de familia.

Padre de familia (La sexta)


Heredero de la sanísima tradición de reírse de toda la cultura yanqui desde la propia cultura yanqui, esa que South Park llevó a lo más alto, pero por la Fox (lo cual, teniendo en cuenta la ideología del canal, es mucho). Padre de familia, sin embargo, es muchísimo más ácida, cosa que tiene que ver con el hecho de que se usa a la típica familia americana para atentar moralmente contra todo el sistema familiar americano, ese que sustenta su entidad como nación. Pedofilia, sadomasoquismo, alcoholismo, hijos tontos, padres imbéciles, un perro alcohólico que expresa sistemáticamente un discurso nihilista, y un bebé perverso que quiere ser el amo de la película. Lo único que no me gusta son las canciones que ponen en todos los capítulos, me aburren. Por lo demás, es fantástica.