domingo, 17 de febrero de 2008

Back to black.

Back to black. (Amy Winehouse, 2007)


Le han dado cinco gramys, y para lo que hay, se lo merece. El disco está bastante bien. Es música de los 60, sin más. Y suena como tiene que sonar. Rehab es la mejor, aunque sólo sea por la marchita, pero el resto también es disfrutable. De su vida privada, sus problemas mentales y de drogas, y todas esas cosas, hablarán otros. Pero es lo mínimo. ¿Qué sería de una estrella que estuviese sana? No puede ser.

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