lunes, 25 de febrero de 2008

La naranja mecánica.

La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1972)


Anoche no podía dormir, y me acordé de lo monótono que es el cine de Kubrick, por más que me guste, por lo que me puse a ver esta película, que hacía años que no visionaba, con la idea de poder dormir. Pero fue que no, así que disfruté de nuevo de una de las cintas más polémicas de los 70. Y que queda todavía como una de las obras más arriesgadas del cine comercial. Crítica brutal a la violencia (tanto la ilegal como la legal), basada en una novela de Anthony Burgess que yo no he leído, pero a la que le tengo ganas, La naranja mecánica es, como todo el cine de Kubrick, una película difícil. Remueve las tripas y todos los sentidos, y turba como pocos otros saben hacerlos. ¿Que no es perfecta? Puede ser, pero si que quedará en la mente de todo el que la vea. Por algo será.


domingo, 24 de febrero de 2008

No es país para viejos.

No es país para viejos (Joel Coen, 2007)


A pocas horas de que de comienzo esa larguísima, tediosa e insufrible gala de los premios de la academia de cine americano (no se les puede llamar por su nombre porque es marca registrada), acabo de volver del cine de ver lo último DE LOS COEN. Y lo pongo en mayúsculas porque los autores son ellos, y no Bardem, que está espléndido, pero no.
Muchas cosas podría tratar aquí, empezando por el hecho de por qué se me olvida que a mi esta pareja artística (director/productor, y guionistas ambos) me gusta mucho, y sólo me acuerdo de ellos cuando truena, como de Santa Bárbara (creo que los santos no cobran royalties). También podría hablar de la carrera de los autores... pero me remitiré a la película, al medio oeste americano, y a Bardem.
La película es de las mejores de los hermanos. Quizá por la cohesión, quizá por la trama, quizá porque todos los actores están en estado de gracia (y digo TODOS), o quizá porque es redonda. Lo que pasa es que los Coen se han serenado con los años, ahora están más profundos, y a mi me gustaban más cuando eran más divertidos. Siguen teniendo ese punto de humor negro, pero hacen crítica social, muy fina, por cierto, y eso hace que pierdan parte de ese encanto que tenía Sangre fácil, su película más favorita para mí (toma patada a la gramática, pero si los políticos lo hacen...). Lo cual no quita, sigo diciendo, para que esta sea una de las mejores, y por tanto, altamente recomendable.
Recuerda, eso sí, a demasiadas cosas. Y es que el medio oeste americano en general, y todo el interior de yanquilandia ha dado muy buenas películas. Reminiscencias llegan de Perdita Durango, de Un plan sencillo, de Aflicción... y de tantas otras maravillas cinematográficas llenas de tramas policiacas, sudor, sangre, arena (o nieve) y conflictos no resueltos. Pero, quizá porque también es de ellos, a mi a la que más me recuerda es a Fargo, ese otro monumento al interior americano (sólo que en el otro extremo del país) que erigieron estos hermanos allá por 1996, y que tan buenos resultados les dio en todos los sentidos.
Resultados que esperan repetir en esta edición de los premios de la academia de cine americana (qué coñazo, en adelante el Premio) gracias, en parte, al buen trabajo de Javier Bardem. Y ahora sí que vamos al turrón. Por lo visto para que la gente se de cuenta de que Bardem es un gran actor han tenido que bombardearnos con la posibilidad de que le den el Premio. Y el país entero lo ha convertido en una cuestión casi de Estado. Pues bien, Bardem era muy buen actor antes, lo sigue siendo ahora, y lo seguirá siendo después (independientemente de lo que haga). No hace falta que le den ningún premio para eso. Pero como en este país, que tanto nos reímos del chovinismo de los franceses, cada vez que hay algo nacionalizado que triunfa fuera, lo convertimos en una cuestión de honor patrio, ahí andamos escuchando todo tipo de suposiciones acerca de su papel, de por qué no lo han presentado a la candidatura de protagonista, de por qué no se lo van a dar (porque por supuesto es el más mejor aunque nadie haya visto el resto de películas que compiten)... en fin, que nosotros no tiramos para lo nuestro, vamos... Pues miren ustedes, a mi me da exactamente igual que le den el Premio o no. Va a seguir siendo igual de buen actor, y el Premio, generalmente, nunca tiene que ver con eso... De todas formas, mucha suerte.

sábado, 23 de febrero de 2008

Reservoir dogs.

Reservoir dogs (Quentin Tarantino, 1991)


Y llegamos a la mejor película de Tarantino, la que lo inicia todo y la que sirve de germen para el resto de su filmografía. Falta, quizás, el humor, es una película más de gansters pura que otra cosa, pero la estética y las bases de todo el resto de su cine están aquí. De sólo hora y media de duración, cosa, en el caso del director que nos ocupa, impensable posteriormente (hasta Deathproof), unos actores en estado de gracia que hacen de mafiosos que van a atracar un banco, comienzan discutiendo por el significado del Like a Virgin, de Madonna, y terminan todos como terminan. Tim Roth nunca estuvo tan guapo, y Harvey Keitel tiene que agradecer que el mundo lo recordara gracias a esta soberbia obra.
Aclaro, puede que no sea la mejor, pero a mi me lo parece.

Pulp Fiction

Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)


La película más laureada, y quizá más vista, de Tarantino, es un espectacular conjunto de historias narradas con todo el artificio del mundo, con juegos y movimientos de cámaras increíbles y con diálogos sublimes basados en lo mismo de siempre. Estoy pensando que lo malo que tiene el haber comenzado esta filmografía de delante hacia atrás es que ya queda poca cosa que decir, porque todo el cine de Tarantino es parecido. Pulp Fiction quizá se ajuste más a la duración que otras películas suyas, aunque aún así es larga, larga, pero como son tres episodios... bueno, puede aceptarse. El baile de Uma Thurman y John Travolta ha quedado ya como uno de los referentes del cine de los noventa. Y la banda sonora, que no tiene nada de original, es soberbia, como las de todas sus películas. Es una de esas películas imprescindibles, aunque sólo sea por su valor estético.

viernes, 22 de febrero de 2008

Four Rooms.

Four rooms (Robert Rodríguez, Alison Anders, Alexander Rockwell y Quentin Tarantino, 1995).


Cuatro historias que, en ocasiones, se entremezclan, sirven para una película irregular que reunía a cuatro de los directores más prometedores del panorama "independiente" americano. Todo ello con un botones en turno de noche que es el punto de unión de las cuatro historias. El resultado no fue satisfactorio en ningún sentido. Ni había cohesión, ni los episodios eran similares en calidad ni en pretensiones... lo que terminó convirtiendo a esta en una película difícil, que fue un fiasco en taquilla. A mi el episodio de Rockwell me gusta especialmente, aunque todo el mundo dice que el mejor es el de Rodríguez. El de Anders deja bastante frío, y el de Tarantino... bueno, no deja de ser un divertimento basado en un capítulo de Alfred Hitchcock presenta, y donde les daba trabajo a los mismos actores de Pulp Fiction. No da más. Y punto. Y es que hasta los grandes tienen momentos de bajón.

Jackie Brown.

Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997)


Como últimamente más allá del Need for Speed y de mis enfermedades, no tengo cuerpo para nada, el otro día se me ocurrió que podía contar algo que todo el mundo sepa, y decidí retomar la filmografía de Tarantino en sentido inverso, tras Deathproof y Kill Bill. Así que empezaremos por la historia de esta azafata en líos con un mafioso, basada en una novela muy corta de Elmore Leonard, que Tarantino alargó hasta la saciedad en una de sus habituales muestras de megalomanía. El resultado es muy bueno, como todo lo de Tarantino, pero, me he cansado de decirlo, hubiera sido mucho mejor con una hora menos de metraje. Basada en el Baixplotation, ese subgénero de los 70 hecho "para negros" (manda cojones), y teniendo como protagonista a una de las musas de ese género, la inexpresivísima Pam Grier, da una vuelta de tuerca y hace una película, basada en lo que se base, absolutamente tarantiniana, y ya se que me repito mucho cada vez que hablo de Tarantino. Además le da una nueva oportunidad a Robert Foster, actor de más o menos la misma quinta que la baixplotation, y a Bridget Fonda, que por mucha carga genética que tenga, no ha hecho nada especialmente memorable en toda su carrera.
Después de todo esto, quiero que quede claro que a mi esta película me gusta mucho. Que creo que no ha quedado claro. Y es que Tarantino sabe sacar oro de lo que no da para más.

martes, 19 de febrero de 2008

Yo, minoría absoluta.

Yo, minoría absoluta (Extremoduro, 2002)


Inexplicablemente, este es de los discos menos conocidos de Extremo. Y digo inexplicablemente porque, tras ese parón que supusieron Ágila y Canciones prohibidas, parón en lo creativo, me refiero, la vuelta tras Iros todos a tomar por culo fue este, uno de los mejores discos del grupo, que elaboran ya un rock algo más elaborado, y que esconde canciones memorables como ese A fuego que fue el primer single, La vereda de la puerta de atrás, una de sus mejores baladas, y Puta. Por ejemplo. Si no lo teneis y os gusta Extremo, ya es hora de comprarlo. Que ha llovido mucho desde entonces.

domingo, 17 de febrero de 2008

Back to black.

Back to black. (Amy Winehouse, 2007)


Le han dado cinco gramys, y para lo que hay, se lo merece. El disco está bastante bien. Es música de los 60, sin más. Y suena como tiene que sonar. Rehab es la mejor, aunque sólo sea por la marchita, pero el resto también es disfrutable. De su vida privada, sus problemas mentales y de drogas, y todas esas cosas, hablarán otros. Pero es lo mínimo. ¿Qué sería de una estrella que estuviese sana? No puede ser.

jueves, 14 de febrero de 2008

Status

Status (Chico y Chica, 2004)


Que decía yo hace un rato que estaba con el Never mind the bollocks... pues para eso está la reproducción aleatoria del iPod, para pasar de punk a electroclash en un instante... y quedarte ahí. Chico y chica son otro de esos grupos que hacen de todo: pintan, cantan, componen, escriben... y lo hacen todo muy bien, básicamente porque son muy divertidos, quizá de los que más. Lo suyo son las performances, en todos los sentidos. Y este disco lo demuestra. Creo que es el segundo, y, también creo, todavía estamos esperando el tercero. La mitad de las letras no tienen sentido, pero el sentido del humor que las caracteriza es impresionante. Vascos de nacimiento y ciudadanos del mundo, como bien demuestra su radionovela 4 en Alicante, que podreis tanto escuchar alguna cosa en este disco, como descargaros desde su página web www.chicoychica.com, tienen canciones inspiradas con las que no podreis parar de reir. Por favor os lo pido, si no lo habeis hecho ya, escuchad cuanto antes Lady Olé.

Never mind the bollocks.

Never mind the bollocks. Here's the Sex Pistols (Sex Pistols, 1977)


En realidad, mi idea cuando empecé este blog era la de ir escuchando y/o viendo distintas cosas que tengo pendientes desde hace años. Pero no hay forma. Ahora estoy con los Sex Pistols. El más conocido album del punk de los setenta, y según los entendidos, el mejor, su valor tiene que ver con la inclusión de las canciones que habían sido el motivo de todas las críticas, y el inicio del punk. De hecho fue el único disco de estudio de los Pistols. Un año después Johnny Rotten se largó, y, a pesar de que había sido el penúltimo en llegar (el último fue el pobre Sid Vicious), la banda se disolvió poco después. El que quiera saber algo más, en la wikipedia la información es buena, y hay un documental, La mugre y la furia, que está bastante bien. Yo no voy a descubrir la polvora. Y este disco es memorable. Aunque sólo sea por su valor histórico. Y están ahí dentro las dos polémicas canciones que hicieron que fueran odiados por casi todo el mundo, "God save the Queen" y "Anarchy in the U.K.".
De todas formas, hay un disco posterior, un concierto en esa gira americana que significó la marcha de Rotten, cuyo título a mi me encanta, Kill the hippies. Pues eso mismo. Otro día hablaremos de él.

lunes, 11 de febrero de 2008

Eurovisión 2008

Eurovisión 2008.

Parece increíble. Bajo el título Salvemos Eurovisión, Televisión Española ha intentado relanzar un festival que lo que habría que hacer es quemarlo con presentadores y todo. En vez de como los italianos, que ya se retiraron hace años, nosotros seguimos queriendo ser los más horteras de todos los horteras europeos, que, a pesar de ir de cultos, no son pocos. Para ello se ha orquestado una campaña mendiante la que cualquiera, y digo bien, cualquiera, puede presentarse. Sólo hay que acudir a una página, www.myspace.com/eurovision2008 donde te inscribes y metes tu video. Hay, atención, qué fuerte qué fuerte, que diría La Escotes, ¡¡más de 300 candidatos!! Horteras hay muchos, ya lo sabemos, pero lo peor es que algunos de ellos son grupos de cierto renombre, como la Cola Jet Set, L-Kan, La casa azul... que por lo visto no tienen ningún interés en seguir teniendo buena fama. También hay frikis diversos, tipo Malena Gracia, Las Monroy (queridísima Sonia, no vas a triunfar, déjalo ya, por el bien de la humanidad), o una nueva formación de ¡¡La década prodigiosa!! Hay que joderse. Por si no hubieramos tenido bastante con los originales.
Lo mejor, y lo único que merece la pena mandar a Eurovisión, o bien a Shangay Lily, o a la Terremoto de Alcorcón. Qué mejor representación para la mayor aberración musical de la historia. Si vamos a hacer el ridículo como todos los años, mejor hacerlo bien. Por lo menos con estas dos nos reímos.
Sirva esto como mi peculiar homenaje, además, a ese programa Aquí hay tomate, que falleció, afortunadamente para la salud mental del país en general, hace unas semanas. Mermelada, no te echaremos de menos. Por lo menos yo. Y por cierto, nadie se mete contigo por tu orientación sexual. Ya la sabíamos todos mucho antes de tú decirlo.

domingo, 10 de febrero de 2008

Batman Begins.

Batman Begins (Christopher Nolan, 2005)


Demasiada información para una entrada. Acabo de verla, y estoy emocionado. Empecemos por el principio, nunca mejor dicho. En los 80, DC comics intentaron modernizar la serie Batman, contratando para ello primero a Frank Miller y después a Alan Moore, que son dos de esos dibujantes que conocemos hasta los que no leemos comics con asiduidad, quizá porque últimamente estén llevando demasiados al cine. Pues bien, sobre todo Miller, en su línea habitual, dio un tono muchísimo más oscuro al Batman que se conocía, y de ahí se inspiró la estética de todas las películas. Pero el tono oscuro general, atormentado y, no se como decirlo, "vulgar" podríamos, en el sentido de sacar el héroe y acercarlo a lo humano, lo tiene sólo esta.
La humanidad en pleno se cabreó mucho. A los amantes del comic les gustó más esta. En realidad yo creo que no tienen nada que ver. Y si que es verdad que esto es el principio de otra cosa, que nada tiene que ver con las cuatro anteriores.

Las dos primeras, de la mano de Tim Burton, consiguieron ser divertimentos estéticos admirables, bien rodados, y que recibieron múltiples alabanzas, básicamente porque eran muy buenas películas, Batman y Batman vuelve, si tenían más de toda la imaginería burtoniana que de otra cosa. A mi esa imaginería me gusta mucho, el tatuaje que me hice el año pasado lo demuestra, y por tanto, no puedo ser parcial.
Las dos siguientes eran una bazofia. Creo que las dirigió Joel Schumacher, al menos una, que es de esos directores que es capaz de hacer algo bueno... pero no sabemos por qué la mayoría del tiempo se dedica a hacer películas horrorosas como estas dos. Ridiculizaron al mito, a los malos (pobre Hiedra Venenosa, ella no se merecía esto, por mucho que la interpretara Uma Thurman), y sólo sirvió para que se rumoreara acerca de la posible carga homosexual de la relación entre Batman y Robin (¿Cómo se les ocurrió poner a Chris O'Donnell?).


Y, casi diez años después, se estrena esta. La elección del director también es importante, sobre todo cuando se tiene al ideólogo de una de las películas comerciales más turbadoras, imprevisibles, originales y comentadas de los últimos años, la espléndida Memento. Luego realizó Imsomnio, que a mi me gustó, pero creo que fui la excepción. Tanto en una como en otra se podía admirar el estilo visual que imprime también Nolan a este Batman Begins. Y que hace que saque de ello mucha de su fuerza. Y en la próxima también lo hará, esperemos. Ya está en postproducción, y estoy que vivo sin vivir en mi a la espera de su estreno. El pobre Heath Ledger tuvo el mal gusto de morir antes de verse en el cine vestido de Jocker (y, por las fotos que hemos visto, de forma bastante impresionante). ¡Que le vamos a hacer! Descanse en paz. Por cierto, de verdad que me parece una pena.
Pero a lo que voy: la película es soberbia. En todos los aspectos. Habrá quien me quiera matar por decir esto, así que he decidido darle más razones, y lo voy a volver a repetir: la película es soberbia. Y, efectivamente, consiguen revivir la carrera cinematográfica del hombre murciélago. Y no necesitan meter sangre ni sexo, que es lo que entienden otros como modernización de los mitos. Claro que es una pena que tengamos que privarnos de todo el físico del grandísimo Christian Bale (aunque ya se lo hemos visto todo, de todas formas). Como único pero, y lo tengo que decir, quizá por ese amor que profeso a la imaginería burtoniana, Gotham se parece cada vez más a Nueva York. Y eso no se si me gusta.

La guia del autoestopista galáctico.

La guía del autoestopista galáctico (Garth Jennings, 2005)


A veces te sorprendes descubriendo cosas. La primera noticia que tuve sobre esta obra, también llamada Guía del viajero intergaláctico, fue porque me la recomendó un amigo hace un par de meses. La conseguí, la he tenido por ahí, y hoy me he puesto a verla porque este mismo amigo lleva toda la semana diciéndome que por qué no la había visto todavía. Y cuando me pongo a buscar imágenes para publicar descubro que la historia tiene casi treinta años, que empezó como radionovela, que son cinco libros, y esta película está basada en el primero... y yo aquí leyendo a Thomas Mann. En fin... lo que hace la ignorancia.
Película divertidísima, ágil, y bien rodada, yo no tuve siquiera noticia de ella cuando se estrenó en España hace ya dos años y pico. La historia es la de Arthur, un inglés que es salvado por un amigo suyo, del que desconoce su origen extraterrestre, justo antes de que hagan estallar el planeta porque tienen que construir una vía rápida interestelar que pase por La Tierra. Y hasta ahí puedo contar. Los paralelismos son fantásticos. Y el personaje del robot depresivo es inconmensurable. Ahora habrá que ir a ver dónde consigo los libros.

sábado, 9 de febrero de 2008

Son dos.

Son dos (Faemino y Cansado).


Carlos Faemino y Javier Cansado son una de las pocas parejas de cómicos que continúan haciendo lo mismo de siempre y les funciona. Independientemente de que hagan cosas en solitario (Javier Cansado tenía un programa en la SER, que creo que retiraron, De nueve a nueve y media, que era espléndido), de vez en cuando se reúnen para hacer lo mismo de siempre. Como a todos los grandes, o se les adora, o se les odia. Yo soy de los primeros.
Ayer fui a ver su nuevo espectáculo. Nuevo entre comillas, porque hacen lo mismo de siempre, que es lo que les da valor. Es como un programa de El orgullo del tercer mundo, pero alargado. Y no pude parar de reírme. Ni me acuerdo de la mitad de los chistes, no puedo dar demasiados datos, pero la hora y cuarenta minutos que se pasaron sobre el escenario pasó corriendo, y me quedé con ganas de más. ¡Qué bueno el chiste de las berengenas y el perro! (los que lo vean sabran de cuál hablo), y el de los "tikismikis", esos gusanos que tienen los boquerones en vinagre y que se han inventando los políticos. Son mucho, son mucho.

martes, 5 de febrero de 2008

Magnolia.

Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999).


Película sublime, intensa y excesiva, Magnolia es de esas películas que te remueven las tripas hasta decir basta. A muchos no les gustó. Tampoco sería difícil de entender. Ya he dicho que remueve demasiadas cosas.
El estilo visual también es impresionante. P.T. Anderson mueve la cámara como nadie, y quizá esos movimientos puedan llegar a marear, pero...
Hoy estoy espeso. Estoy saliente de carnaval. Resumo: Me encanta, hay que verla, y Julianne Moore está tremenda. Otro día lo mismo retomo esto, porque hoy no me está saliendo demasiado bien.


domingo, 3 de febrero de 2008

La semilla del diablo.

La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968)


Ni que decir tiene que la carrera de Polanski ha desmejorado mucho en los últimos tiempos. Quizá tenga que ver con que se ha serenado con los años, pero lo cierto es que, tras unas cuantas obras maestras entre los 60 y los 70, y a pesar de maravillas como Lunas de hiel o esa espléndida versión cinematográfica que realizó de La muerte y la doncella, todo lo que ha hecho ha sido bastante más flojo, al menos lo que yo he visto (puede que se me olvide algo).
Precisamente una de esas obras mayores es esta La semilla del diablo. No creo que a estas alturas tenga yo mucho que decir sobre la terrible historia del embarazo, nacimiento y crianza primera del bebé de Rosemary. Una de las cumbres del cine de terror de todos los tiempos, enfermiza, espeluznante y soberbia en todos los aspectos, forma parte del ideario colectivo. Y ni siquiera Polanski fue nunca capaz de superarse. No digamos ya los otros. La he visto muchísimas veces y todavía me pone los pelos como escarpias.

Very bad things.

Very Bad Things. (Peter Berg, 1997)


Peter Berg, actor y director del que hace años no se nada, dirigió a finales de los noventa esta cafretada que se ganó, no sin razón, todas las iras de las mentes bien pensantes. Pero también toda la admiración de los que no lo somos tanto.
En la línea de los Farrelly, pero con un puntito sanguinario y una estructura fílmica de verdad, Berg crea una comedia negrísima que no deja de ser un divertimento para todos aquellos a quienes nos gusta este tipo de cine. Ácida, terrible y violentísima, deja la escena del coche de Pulp Fiction a la altura de un jueguecito para bebés.
Unos amigos van a celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, que se casa con una Cameron Díaz soberbia en su papel de futura Bree Van de Camp. Hartitos de meterse lo más grande, uno de los amigos tiene un pequeño accidente con la meretriz (últimamente me repiten mucho la grandísima cantidad de tacos que digo, así que no quería poner puta) que habían contratado, que acaba con sus sesos desparramados por el baño. Deciden ocultar el asesinato, y, para ello, no encuentran mejor remedio que irse cargando a los testigos potenciales que pueden dar cuenta de lo sucedido, es decir, ellos mismos. Ahí comienza una barbarie divertidísima que acaba con Cameron vestida de novia abriéndole la cabeza a Christian Slater (qué mal envejecen algunos) mientras le increpa por intentar estropear su boda. La escena final no tiene desperdicio. Es, sin duda, uno de los momentos más crueles que jamás ha podido dar el séptimo arte.


sábado, 2 de febrero de 2008

El ángel exteminador.

El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)


Una cena de la alta burguesía mexicana. Todo el servicio se marcha antes o durante la misma, ni ellos mismos saben por qué. Y todos los invitados quedan encerrados en la sala donde se encontraban cuando la primera de ellos quiso irse. Ese es el punto de partida de una película claustrofóbica, fascinante y, como todo lo de Buñuel, con múltiples interpretaciones posibles. La más fácil es que lo que los retiene allí son las normas sociales a las que tanto hacen referencia. La más fidedigna es que Buñuel se quería quedar con nosotros (ya dijo en una entrevista que ese oso que aparece en la película lo había puesto para que los críticos cinematográficos se devanaran los sesos, y en realidad no quería decir nada). Y en medio, la que cada uno quiera darle. Lo impresionante es ese estudio de la pérdida de la dignidad humana que realiza el film. Ese discreto encanto de lo burgués que tanto le gustaba y que conforma la temática de parte de lo mejor de su filmografía. A mi esta película me parece monumental. Habrá otros que no opinen lo mismo.

viernes, 1 de febrero de 2008

Fotos.

Fotos (Elio Quiroga, 1996)


Seguiré pecando de raro. Fotos es la primera película realizada por un director canario, Elio Quiroga, que luego se ha pasado a lo más o menos comercial (acaba de estrenar en 2007 La hora fría, y en medio ha hecho alguna cosa por ahí, no demasiado memorable, al parecer), que prometía más de lo que está dando.
Película indescriptible, difícil de "sinopsear", más aún de ver, y, ante todo, fascinante la mires por donde la mires, Fotos se ha convertido en una de esas películas malditas que sólo vimos cuatro personas en su momento, y pasó al olvido para el resto de la humanidad y dos de aquellas cuatro.
Mezcla extraña entre comedia, drama, terror, fantástico... y todos los géneros en general, resulta inclasificable e imposible de valorar a la primera. Hay que verla, aunque cueste, y digerirla, antes de decidir si gusta o no. Y es más probable lo segundo. A mi me encantó, pero ya se sabe que algunos pecamos de pedantes. Vírgenes angelicales, transexualismo, padres sádicos, pintores obsesionados con su musa, novios obsesionados con el pintor, ambientes lúgubres a la par que mágicos, estética oscura, guión de baba... y sin embargo atrayente... creo que lo que mejor la define es extraña.
No podría decir si es buena o mala. No puedo decir casi ninguna cosa sobre ella. En la crítica del Fotogramas, en vez de estrellitas, le ponían un signo de interrogación. Creo que lo dice todo: cada uno que saque sus conclusiones.