viernes, 2 de noviembre de 2007

Para lo que da un inglés: Los juguetes de la guerra, La cuadratura del huevo.

Los juguetes de la guerra. La cuadratura del huevo. (H.H.Munro, alias Saki).



Ya lo había anunciado hace tiempo. Me he decidido bastante a terminar este libro, quizá por lo que cuesta terminar esas cosas que te gustan. Comencemos por el principio.
De vez en cuando suelo hacer excursiones a las librerías. Desgraciadamente no demasiado a menudo me aventuro a ver qué es lo que hay interesante, sino que suelo ir a tiro hecho. Pero cuando estoy de vacaciones, y tengo tiempo, es una de mis aficiones preferidas. Pues bien. El año pasado, allá por mayo, me vine de vacaciones al que luego se convertiría en mi lugar de residencia. Y me dio por llevarles libritos a los amigos, porque eso de recuerdos de..., salvo que estés en el quinto carajo, siempre me pareció una soberana ordinariez. Estando rebuscando, me encontré esta maravilla, que me quedé para mí. Todavía no se por qué, pero me resultó atractiva la presentación. Saki es un escritor inglés de principios del siglo pasado, cuya obra más destacadas son los cuentos cortos. El libro que nos ocupa es una recopilación de unos cuantos, que ya salieron recopilados bajo los títulos de Los juguetes de la paz y La cuadratura del huevo, que además dan nombre a dos de los cuentos, y que publicó la editorial Valdemar en 2006.
La mayoría son humorísticos, basados en anécdotas de la época, aunque tiene también un buen manojo de relatos de terror. Todos ellos espectaculares. Por el simple hecho de la cotidianeidad. El sarcasmo ronda a sus anchas, lo terrorífico se encuentra en lo cercano, y ninguna clase alta (especialmente la política) sale bien parada. Niños odiosos, muñecos diabólicos, estudios sobre la nada, discusiones ingeniosas sobre los sistemas políticos occidentales... Todo es tremendamente irónico y, desafortunadamente, verídico. Humor inteligente de verdad, e inquietud en los de miedo. Una de esas grandes sorpresas que hacen la vida más interesante. Recomiendo, quizá porque es uno de los últimos y lo retengo con especial firmeza en mi memoria, El parlamento infernal, del que a continuación reproduzco el inicio:

"En un tiempo en que cada vez era más difícil hacer algo nuevo u original, Bavton Bidderdale captó el interés de su generación muriéndose de una enfermedad desconocida.
-Siempre estuvimos seguras de que cualquier día haría algo notable -dijeron sus tías-; ha demostrado que merecía toda nuestra confianza."

Ahí queda eso.

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