miércoles, 21 de noviembre de 2007

Clásicos modernos, volumen 2: Super 8.

Super8. (Los planetas, 1994).


Los planetas es un grupo de tripas. O se les adora, o se les detesta. No hay más. Nunca hubo más. Ni siquiera con su primer disco.
Ejercicio de estilo, de lo que conformaría un estilo que se ha ido inventando y reinventando con el paso de los años y de los discos, Super8 fue el primer largo del grupo granadino, tras ese EP inconmensurable que fue Medusa. Super8 fue la continuación natural de ese EP, y el que comenzaría a dar a conocer a un grupo que ha sido grande, aunque sea tan solo por haber conformado uno de los puntos musicales de referencia de una generación en una época determinada, pasados ya los ochenta, y para un público que quería algo más que el rock habitual, la música vocal y los grupos standares de siempre.
Cabezas visibles del mundo indie, y, casi los únicos que se han mantenido dentro del star-system de los grupos que pertenecieron a ese fenómeno (y casi los únicos que siguen en activo dentro del panorama discográfico, desgraciadamente, pues había otros muy buenos), levantó pasiones, y todavía las sigue levantando, aunque cada vez entre menos gente tras el abandono por parte de muchos que los asociaba a un tiempo en su vida, y a los distintos cambios en lo musical que ha ido sufriendo a lo largo de los años. Este, su LP de debut, esconde muchos temas de una belleza y una fuerza enormes, pocas veces superados, incluso por ellos mismos.
Letras desgarradas, malsanas, anti-habituales (en cuanto a la crítica a lo establecido dentro de lo cotidiano), realistas y pesimistas, acompañadas de melodías vibrantes y orquestaciones imposibles (aunque no tanto como en otros), componen un gran exponente de lo que el ingenio (y genio) musical puede dar de si, y de lo que se puede transmitir en una canción de amor (o desamor, al final es lo mismo) más alla de lo del "te quiero" de siempre. El sufrimiento, en base al sentimiento de insignificancia, lo inunda todo, y metalingüísticamente, hacen de este disco una oda impresionante al amor y a la vida, como pocas veces hemos podido escuchar en muchísimos años.
Para cualquiera que tenga un poco de sensibilidad. Recomiendo, encarecidamente Jesús, De viaje y Si está bien.
PD: Por si no queda claro, yo soy fan.

No hay comentarios: